Un funeral de Estado recordó en la catedral de Colonia (oeste de Alemania) a las 150 víctimas del avión de Germanwings que el copiloto Andreas Lubitz estrelló deliberadamente contra los Alpes de Francia, cuando efectuaba el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf.
EFE
Un total de 150 velas quedaron instaladas en el altar mayor en memoria de los fallecidos, incluido Lubitz, porque solo corresponde a Dios juzgar su proceder, dijo el cardenal de Colonia Rainer Woelki.
La plana mayor de la política alemana, encabezada por la canciller Angela Merkel y el presidente Joachim Gauck, asistió al templo. España —de donde procedía un tercio de las víctimas— estuvo representada por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, mientras que Francia lo estuvo por el secretario de Estado de Transportes, Alain Vidalies.
El acceso al templo quedó reservado a 1.400 invitados, entre ellos 500 familiares de las víctimas, 50 voluntarios que participaron en las tareas de rastreo tras la catástrofe y la directiva de la aerolínea.