El papa Francisco pronunció un discurso ante la Asamblea General de la ONU este viernes ante más de 150 dirigentes mundiales que se espera adopten un ambicioso plan de acción para los próximos 15 años en materia de pobreza, salud, educación y medio ambiente.
Ante el pleno de Naciones Unidas en Nueva York, el sumo pontífice argentino pidió además respetar la «ley moral» de la distinción natural entre hombre y mujer».
Francisco, de gira en Estados Unidos desde el miércoles dio además su apoyo al acuerdo sellado entre Irán y las grandes potencias sobre el programa nuclear de Teherán, calificándolo de «prueba de buena voluntad y derecho».
Se trató de la quinta visita de un papa a la sede de Naciones Unidas, luego de las de Pablo VI en 1965, Juan Pablo II en 1979 y 1995 y Benedicto XVI en 2008.
En medio de la crisis de la deuda externa que afecta a Grecia y las medidas de austeridad que sus acreedores exigen para sostener al país, Francisco pidió a los «organismos financieros internacionales velar por el desarrollo sostenible de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios».
«Lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia», recalcó.
«Otra clase de guerra viven muchas de nuestras sociedades con el fenómeno del narcotráfico. Una guerra asumida’ y pobremente combatida, señaló refiriéndose a países de América Central, del Sur y México.
Como era de esperar, el papa pidió que la conferencia mundial sobre cambio climático de diciembre próximo en París llegue a «acuerdos fundamentales y eficaces».