Ante más de un millón de personas, el papa Francisco cerró hoy en Paraguay su gira suramericana con un llamado a la «hospitalidad», aspecto «fundamental» del cristianismo. El altar diseñado por el artista Koki Ruiz fue adornado con al menos 200.000 cocos Mbokajá, 40.000 espigas de maíz y 1.000 calabazas.
El papa propuso pasar «de la lógica del dominio, del aplastar y manipular, a la lógica del acoger, recibir y cuidar al prójimo. Hospitalidad con el que no piensa como nosotros, con el que no tiene fe o la ha perdido, con el perseguido, con el desempleado, con las culturas diferentes, de las cuales esta tierra es tan rica, y con el pecador», señaló.
El pontífice ofició la segunda misa oficial ante miles de personas reunidas en el parque Ñu Guasú, en cercanías de Asunción. Allí participaron varios obispos y además asistieron el presidente de Paraguay, Horacio Cartes y la presidenta Cristina Kirchner , que subió al altar para obsequiarle a Bergolio un cuadro con recortes de diarios que recordaban que el papa Juan XXIII había rezado por la salud de Eva Perón.
El papa, que venía de visitar Ecuador y Bolivia, destacó que la Iglesia debe ser «una madre de corazón abierto y que sepa acoger, recibir, especialmente a quien tiene necesidad de mayor cuidado, que está en mayor dificultad».
Con información de La Nación de Argentina
OBRA DE ARTE PARA FRANCISCO
El trabajo artístico del altar para la misa central del Papa no tiene precedentes en ningún otro país, Reseña ABC Color de Paraguay. La obra del artista plástico Koki Ruiz, marco principal de la misa central en el predio de la Fuerza Aérea de Ñu Guasu, fue uno de los principales atractivos para los locales, la prensa y la audiencia mundial. El retablo del altar contó con una base de 40 metros de ancho y una altura de 17 metros. El altar, hecho de cultivos típicos, como mazorcas de maíz, calabazas, cocos y otras semillas, incluirá imágenes de San Ignacio de Loyola y San Francisco de Asís para honrar al jesuita y a las misiones franciscanas que evangelizaron a Paraguay.
Koki Ruiz, artista plástico de 57 años explicó que la idea de montar el retablo surgió este año en el Teatro El Molino, de Tañarandy, enfatizando la generosidad de la tierra que da frutos y alimentos para todos sus hijos. La bella obra artística fue adornada con al menos 200.000 cocos Mbokajá, 40.000 espigas de maíz y 1.000 calabazas.
Reseña ABC Color:
Miles de fieles se acercaron a firmar los alrededor de 200 mil cocos Mbokajá que forman parte del popularmente llamado «Altar de maíz». Muchos de ellos, siguieron en tiempo real la evolución del mismo e hicieron sus pedidos de escritura de intenciones y nombres, a través de una página en Facebook.
La idea de los “cocos con intenciones” también fue de Ruiz, según comentó a ABC Color Almudena Ruiz (17), hija del artista plástico. Lo interesante de la propuesta, es que la promesa de la inscripción de los nombres en los cocos a través del Facebook no quedaron en el vacío: las mismas chicas se encargaron de registrarlos en fotografías, para enviarlos después a los «titulares».