Anzoátegui.- El Centro Islámico del Sur, mezquita ubicada en la avenida Intercomunal Tigre – Tigrito, fue el sitio que reunió este martes 4 de junio a los seguidores de la fe islámica para celebrar el cierre del mes más especial de todos: El noveno del calendario lunar árabe.
“Se festeja el descenso del cielo a la tierra de la palabra de Dios, el Corán. Durante el Ramadán, las puertas del cielo se abren más que nunca. Así como bajó la palabra de Dios, la palabra de los que rezan le llega de manera más eficaz que en cualquier otro momento”, explica el experto en estudios islámicos e historia de Medio Oriente, Hossein Kamaly, profesor del Barnard College (New York, EEUU).
Afortunados de tener a la comunidad islámica entre nuestros respetados lectores, hoy en la redacción de El Vistazo recibimos la buena nueva del compatir matutino que concluyó a las 11 de la mañana. En todo el mundo, ocurrió lo mismo con los 1.600 millones de musulmanes que iniciaron el pasado 5 de mayo la celebración de su mes sagrado.
La Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide), también explica detalles interesantes del Ramadán.
“Coincide con la fecha en la que el Profeta Mahoma recibió la primera revelación del Corán, el libro sagrado de los musulmanes que, entre otras muchas cosas, establece los límites en las relaciones entre individuos y entre el individuo y la comunidad. Durante el Ramadán, los musulmanes deben cumplir con el ayuno o ‘sawn‘, uno de los cinco pilares del islam, considerado como un método de auto-purificación por el que aprenden a tener fuerza y paciencia y, por lo tanto, conocerse a sí mismos. De este modo, este mes sagrado tiene, además de una función religiosa, una sanitaria (purifica el cuerpo), mental (fortalece la voluntad) y moral (hacer comprender lo que sufren las personas privadas de alimento)”.
De regreso con el especialista Kamaly, entrevistado por el New York Times, detalla que tal y como lo prescribe el Corán, “el ayuno diario empieza antes del amanecer y termina con la puesta del sol. Están exentos de ayunar los que no puedan dejar de comer o beber por ser de edad avanzada, tener enfermedades u otras razones, pero igual reciben las bendiciones de este mes”.
Uno de los sellos distintivos de este mes, agrega Kamaly, es la “noche del destino”, “noche de la medida” o “noche del valor”, llamada Lailat al Qadr, en árabe. El Corán dice que en esta noche especial los ángeles descienden del cielo —incluido el arcángel Gabriel, el más importante— para traer la paz y la presencia divina al mundo. No se precisa cuándo puede ser la noche del destino; por lo tanto todas las noches son especiales.