Artículo de la sección Tecnología y Finanzas. Autor:Angel Bermúdez / [email protected]
A la redacción de Diario El Vistazo han llegado denuncias sobre nuevas formas de estafa que afectan a todo tipo de negocios, desde zapaterías, bodegones, e incluso tiendas que se manejan a través de grupos de ventas en Facebook y WhatsApp.
El patrón de este delito indica que se ejecuta los días viernes, sábados y domingos. Y uno de los bancos predilectos por los cazadores de víctimas, es el banco Mercantil.
Modus operandis. Los integrantes de la banda, integrada por varias personas, hombres y mujeres, visitan los negocios. Luego de escoger lo que necesitan, ofrecen pagar los bienes vía transferencia bancaria desde el mismo banco que dispone el vendedor para que pueda ser verificado inmediatamente, un aspecto que busca generar confianza.
Es oportuno mencionar a los lectores internacionales, que los pagos electrónicos se han convertido en el método de pago preferido desde que en Venezuela se instaló la escasez de billetes, hace un par de años.
Y si bien este método facilita la compra venta de productos y servicios, esta modalidad también hace vulnerables a todos los usuarios. Para hacer las transferencias es necesario que el vendedor aporte muchos datos personales y bancarios: Número de cuenta, cédula de identidad, nombre y apellido, correo electrónico y número de teléfono. Y en muchos casos esta valiosa información cae en manos inescrupulosas con el único objetivo de afectar, burlar, robar.
La trampa continúa con la elaboración de un rápido montaje de la transferencia, trabajo de carpintería que hace uno de los integrantes de la banda mientras que el resto se prueba prendas de vestir, pide platos de comida ó cuadra la negociación. En ese momento un tercer participante llama al banco con todos los datos que ya indicaron las víctimas y procede a reportar la tarjeta de débito como robada. Como el sistema de seguridad del banco Mercantil no permite el acceso a la cuenta de la persona perjudicada mientras la tarjeta está reportada, se hace imposible la verificación de la transferencia que le muestran los delincuentes, transferencia que por cierto, nunca ocurre.
La estafa se completa cuando la víctima entrega la mercancía confiada en ir al banco el día lunes a desbloquear la cuenta. Una vez en la agencia bancaria, comprueba que la transferencia nunca fue realizada.
Hasta el momento han sido capturados por el Cicpc, varios estafadores en diferentes estados del oriente del país, como Monagas, Sucre, Anzoátegui y Bolívar. Sin embargo debido a que son estafas menores, los pillos son puestos en libertad rápidamente, lo que les permite continuar con sus prácticas delictivas apenas vuelven a ser libres. Solo queda de parte de los comerciantes aumentar sus medidas de seguridad y así evitar ser uno más de la estadística.