Pedro Castillo terminó detenido el miércoles 7 de diciembre después que el Congreso lo destituyó por anunciar horas antes la disolución del Poder Legislativo y la instauración de un gobierno de excepción.
«El Ministerio Público dirigió esta tarde la detención de Pedro Castillo Terrones por el presunto delito de rebelión, regulado en el artículo 346 del Código Penal, por quebrantar el orden constitucional», expresó la Fiscalía.
El anuncio televisado de Castillo precipitó los acontecimientos. Fue calificado de «golpe de Estado» y «autogolpe» por representantes de todo el espectro político peruano y figuras internacionales.
Acto seguido el Congreso sesionó y terminó declarando la destitución del presidente «por incapacidad moral» con 101 votos a favor. Asumió el cargo la vicepresidenta, Dina Boluarte.
La Policía Nacional de Perú confirmó en su cuenta de Twitter que Castillo estaba detenido en una de sus dependencias en Lima junto a la fiscal Patricia Benavides y otros funcionarios.
Luego Boluarte fue juramentada nueva presidenta de la República, la primera mujer en ocupar el cargo en Perú.
«Solicito una tregua política para instalar un gobierno de unidad nacional. Esta alta responsabilidad debe ser asumida por todas y por todos», expresó Boluarte después de rechazar el intento de Golpe de Estado de Castillo.