El gobierno de Estados Unidos (EE UU) reiteró este viernes su condena al “incremento del autoritarismo” en Venezuela y aseguró que sigue “profundamente preocupado por la falta de respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales” del pueblo venezolano.
El encargado de Suramérica en el Departamento de Estado, Michael Fitzpatrick, hizo hoy esas valoraciones en Washington en un discurso en la organización Freedom House, que acogió un debate con embajadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre derechos humanos y democracia en Latinoamérica.
“Estados Unidos condena el incremento del autoritarismo del régimen de Venezuela”, subrayó Fitzpatrick, quien consideró que el gobierno de Nicolás Maduro hace “esfuerzos sistemáticos” para intimidar y mermar a la sociedad civil, condenándola al exilio o metiéndola en prisión.
“Hoy las cárceles de Venezuela tienen más de 600 prisioneros políticos, un número extraordinario”, lamentó Fitzpatrick. El diplomático consideró que, en los últimos dos años, el mundo ha sido testigo de una “erosión constante” de la democracia y el Estado de derecho en Venezuela, y puso como ejemplo las “fraudulentas” elecciones regionales celebradas el pasado 15 de octubre.
En esos comicios, el oficialismo se impuso con 18 gobernaciones de las 23 que tiene Venezuela, según resultados oficiales que no reconoce la oposición.
“En Venezuela, seguimos profundamente preocupados por la falta de respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales”, afirmó el responsable del Departamento de Estado, quien consideró que el gobierno de Nicolás Maduro está tomando “acciones claras para socavar” la democracia y sus instituciones.
Fitzpatrick culpó al régimen de Maduro de la crisis que vive el país y aseguró que su gobierno seguirá presionando a Venezuela con las “herramientas apropiadas”, desde sanciones económicas hasta persecuciones criminales, pasando por la reciente negación de visados a algunos funcionarios venezolanos.
En su último veto migratorio, el presidente Donald Trump incluyó a Venezuela en el grupo de naciones que amenazan su seguridad y limitó la entrada a su país de algunos de sus ciudadanos. En concreto, el veto de Trump restringe la entrada al país de los funcionarios venezolanos encargados de proporcionar a su nación información sobre viajeros, de forma que la medida afecta por ejemplo a los trabajadores del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería de Venezuela.
En su intervención, Fitzpatrick metió a Maduro dentro de un grupo de gobiernos que “está erosionando el proceso democrático” en Latinoamérica y, entre los que incluyó a Cuba, Bolivia y Nicaragua, aliados de Maduro. De esa forma, consideró que el gobierno del presidente Evo Morales ha usado el sistema judicial para hacer callar a la oposición en Bolivia, mientras que en Nicaragua aseguró que se está produciendo una “concentración de poder” en manos del Ejecutivo del mandatario nicaragüense, Daniel Ortega.
El diplomático también incluyó en este grupo a Cuba, que actualmente vive grandes tensiones con EE UU a raíz de unos supuestos ataques contra diplomáticos estadounidenses en la isla.
“El pueblo de Cuba todavía no es libre de dar su opinión o elegir a sus líderes y, aquellos que pacíficamente abogan por cambios políticos positivos y por cambios sociales con la búsqueda de libertad para presos políticos, son ilegalmente acosados y detenidos”, aseguró Fitzpatrick.
Por último, el funcionario de EE UU expresó el compromiso de su país para trabajar con la OEA y sus aliados en Latinoamérica para conseguir cambios en esas naciones.