La autopsia arrojó que la víctima pudo ser agredida con un cuchillo de 4 cms. Tenía perforado el corazón y un pulmón. El CICPC tiene detenidos de forma preventiva a dos vecinos de la zona.
Diógenes Antonio Cabrera González de 78 años de edad, fue asesinando en el patio de su vivienda situada en la calle Santa Ana en el sector de igual nombre, municipio Guanipa.
El septuagenario fue hallado muerto aproximadamente a las 6:30 de la tarde de este lunes y con múltiples heridas punzo penetrantes en la región del cuello.
Autoridades policiales presumen que al anciano lo asesinaron cerca de una mata de mango y posteriormente lo arrastraron un par de metros para dejar su cuerpo al lado de un baño ubicado en el solar de la vivienda.
Aunque en la casa estaba su concubina y otros parientes, estos aseguraron no haber escuchado ningún ruido.
Su mujer Nilda contó que al notar la ausencia de Diógenes empezó a buscarlo por toda la vivienda hasta que llegó al patio donde halló el cuerpo sin signos vitales y completamente ensangrentado.
Su hija María Cabrera informó que el hombre en el mes de abril fue amenazado desde el recinto penitenciario José Antonio Anzoátegui de Barcelona mejor conocido como Puente Ayala.
Una de sus hermanas comentó que Nilda tenía problemas con unos vecinos y Cabrera solía intervenir a favor de ella.
«Un sujeto llamó a la casa que era de nuestros padres pregúntando por Diógenes pero él no estaba y me dijo es de Puente Ayala dígale a su hermano que le advierta a su mujer no se siga metiendo con mis hijos que se la pasa diciendo que son unos ladrones, lo llamo el martes que viene», contó su hermanas.
La mujer dijo que aunque ese martes no recibieron ninguna llamada, Diógenes fue atacado por un delincuente armado que saltó por el patio de la residencia donde habitaba con su mujer.
Cabrera se enfrentó a golpes con el hampón que terminó huyendo. Presumen que el arma que portaba no tenía balas.
Su compañera sentimental dijo que la licoreria de su propiedad que tienen a lado de la residencia ha sido asaltada en varias oportunidades.
El infortunado tenía cuatro hijos y durante varios años laboró como chofer de ambulancia en el hospital de El Tigre. Siempre fue muy querido por amigos y familiares por su carisma «era muy bromeador».