«Si así son aquí en la OEA, cómo serán con los venezolanos».
Nilsa Varela Vargas.- Alejado del radicalismo y la repetición de frases que puedan servir de atractivos titulares, el politólogo y diputado a la Asamblea Nacional, Héctor Cordero, explica por qué no es conveniente la suspensión de Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“La OEA sirve para ejercer presión y es un escenario para que el mundo conozca una situación, como de hecho ocurrió en el Consejo Permanente de la OEA el martes 28 de marzo con la aprobación del orden del día”. De esta forma Cordero enfatiza que el oscurantismo y el aislamiento sería una opción errada.
“Además de la presión, el organismo sirve para dar explicaciones, o para insultar, actitud que desnuda la naturaleza del gobierno”. Afirma que muchos diputados y fuerzas políticas no quieren la suspensión, contrario a lo que sí buscan muchos radicales. “Saben que no están los 24 votos para esto y que no es conveniente, pero juegan políticamente y buscan aplausos políticos”.
La OEA también quiere Elecciones
Una de las frases utilizadas ese día por Luis Almagro, secretario general de la organización, es considerada por el analista como lapidaria: “Buscamos todo lo contrario a un Golpe de Estado, queremos elecciones en Venezuela”.
Y justamente la palabra elecciones fue escuchada de forma reiterada por varios embajadores que tomaron la palabra en el Consejo, representando las posiciones políticas de Costa Rica, México, Canadá, Colombia, Paraguay y Argentina, entre otros.
“El concierto internacional está diciendo que en Venezuela hay una terrible crisis y lo que piden para que eso se solucione y que es lo que quiere también la mayoría de los venezolanos, es una elección, justo lo que el gobierno no quiere hacer. Prefiere y sigue dando muestras de ello, aplicar aquello de las revoluciones no se miden en elecciones, como decía Fidel Castro”.
¿Para qué sirve la Carta Democrática?
También retumbó en la OEA, otras frases que a pesar de la dilación orquestada por Bolivia, Nicaragua y la propia Venezuela, se abrieron paso luego de una votación 20 a favor, 11 en contra y 2 abstenciones, para hablar del país dirigido por Nicolás Maduro: Liberación de los presos políticos, respeto a la Asamblea Nacional, apertura del canal humanitario, restitución de la democracia.
“Activando la carta no se resuelve la crisis, esa matriz de opinión no es verdad. Nos interesa a los factores democráticos que cada día quede más expuesta la situación de Venezuela, que queda en evidencia cuando vemos el comportamiento del gobierno en la OEA. Si así son aquí (en la OEA) que solo quieren escuchar a los que están con ellos y sino utilizan el insulto y la descalificación, cómo serán con los venezolanos?”, reflexiona Cordero ante la conducta unificada y poco diplomática de la canciller venezolana Delcy Rodríguez y el nuevo embajador ante la OEA, Samuel Moncada.