Esta mañana, familiares de Francisco Ramón Arroyo de 58 años de edad quien falleció por causas naturales, dejaron su cadáver a las puertas de la Alcaldía del municipio Turén en el estado Portuguesa, por carecer de recursos para costear los servicios funerarios.
Los dolientes, una familia de escasos recursos, habrían solicitado la ayuda al alcalde Onofrio Cavallo, quien al parecer se negó a prestarle la ayuda económica tras alegar que no tiene partida presupuestaria para fines velatorios.
Los familiares se indignaron ante las actividades de celebración del Aniversario previstas para hoy en la ciudad, para lo que disponían a instalar toldos frente a la sede de la Alcaldía, por lo que ellos decidieron llamar la atención a manera de protesta radical, colocando los restos de su ser querido en la puerta del ayuntamiento, sobre una tabla y tapado con una sábana.
Se supo que el difunto se dedicaba a la venta de bombillos en el centro de Turén y falleció por una aparente desnutrición, que se complicó por la falta de medicamentos.