Este martes 4 de julio la Organización Meteorológica Mundial (OMM) anunció que las condiciones meteorológicas del fenómeno El Niño se han desarrollado en el Pacífico tropical por primera vez en siete años y avisa de que probablemente provocará un aumento de la temperatura global.
«La aparición de El Niño aumentará considerablemente la probabilidad de romper nuevos récords de temperatura y de que se desencadene un calor más extremo en muchas partes del mundo y en el océano», advirtió el secretario general de la OMM y meteorólogo, Petteri Taalas, reseñó EFE.
La subida de las temperaturas se dará sobre todo en los próximos tres meses y persistirá hasta el final de 2023, con una intensidad que «será al menos moderada», pero no se descarta que pueda ser un fenómeno severo.
El meteorólogo y especialista en El Niño en la OMM, Wilfran Moufouma, indicó que entre las alteraciones que se pronostican figuran condiciones de sequía de Australia, América y, concretamente, de Sudamérica.
La OMM recordó que esta es la primera vez desde el periodo 2015-2016 en que la comunidad científica está de acuerdo en que el mundo está ante un fenómeno de El Niño y que esta declaración es «la señal para que los gobiernos de todo el mundo pongan en marcha los preparativos para frenar las consecuencias de este fenómeno en nuestra salud, ecosistemas y economías».
El Niño de ese periodo coincidió con que 2016 fuese el año más caliente globalmente que se haya jamás registrado.
El patrón climático de El Niño ocurre típicamente cada dos a siete años y suele durar de nueve a doce meses, durante los cuales se produce un calentamiento gradual del océano Pacífico que provoca intensas lluvias en ciertas regiones del mundo y sequías en otras.