A las 10:40 de la noche de un día domingo, es común suponer que la mayoría de habitantes de una ciudad esté durmiendo para empezar la semana con pilas renovadas. Pero siempre hay un grupito de vecinos egoístas que no piensa así. Para ellos la noche del domingo es sinónimo de rumba y máximo volumen a su equipo de sonido o cantar durísimo y desafinado a todo pulmón.
Al menos dos situaciones de ese tipo se registraron el domingo 1° de diciembre en las afueras del polideportivo Mopito Figueredo en la avenida Winston Churchill y en la 5ta Calle Sur de El Tigre.
Convivencia Ciudadana puso fin a ambos focos de contaminación sónica, restableciendo el orden público. Funcionarios adscritos a esta dirección dirigida por María Sarmiento, hicieron efectivos llamados de atención entre las 10:30 pm y 11:00 pm.