El lunes 19 de septiembre, conductores relataron a El Pitazo que decenas de vehículos se están quedando varados entre el barro y los enormes huecos que hay en la Troncal 10, carretera internacional que atraviesa el Arco Minero del Orinoco y conecta a Venezuela con Brasil.
El deterioro de la troncal ha sido más evidente durante los últimos cuatro años, debido al aumento del tránsito de camiones que trasladan material extraído de las minas de oro en municipios como El Callao, Roscio y Sifontes.
“El tramo más feo está después de pasar Tumeremo. Cuando uno entra a El Dorado, Las Claritas o el Kilómetro 88, parece que estamos haciendo deportes extremos. Todos los carros livianos se quedan pegados, aunque también he visto autobuses y camiones dentro del charco”, dijo Gregorio Bermúdez, un chofer que viaja desde Puerto Ordaz a Santa Elena de Uairén al menos una vez a la semana.
Bermúdez relató que los 600 kilómetros de recorrido que solía hacer en 10 horas, ahora lo hace en 15 horas por el pésimo estado de la vialidad. Esta carretera de 865 kilómetros, abarca desde la terminal de chalanas de San Félix hasta el límite con Brasil.
El concejal de Ciudad Bolívar, Jeremy Santamaría, calificó como deplorable la situación de la carretera y pidió al Consejo Legislativo de Estado Bolívar (Cleb) realizar una sesión con urgencia para investigar hacia dónde fueron desviados los fondos para la reparación de la troncal.
“Es inaceptable que se siga explotando la minería de manera abrupta a través del Arco Minero del Orinoco, sin dejar más que una enorme carencia de los servicios públicos en los municipios del sur y la destrucción total de las vías de acceso”, declaró.