El presidente venezolano, Nicolás Maduro, se reunió en China con una quincena de empresarios locales, con el presidente del Banco de China y el mandatario del país, Xi Jinping, con la finalidad de obtener un préstamo de 16 mil millones de dólares para salir de la actual crisis económica de Venezuela.
“Es una gira muy importante para enfrentar los nuevos proyectos en las circunstancias que tiene nuestra patria de merma de los ingresos producto de la caída estrepitosa de los precios del petróleo”, según explicó el presidente Maduro.
Según reseña El Nuevo Herald de Miami, Pekín desconfía del gobierno venezolano y pidió tener el control de las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), como aval del préstamo solicitado.
De acuerdo a lo que publica El Nacional, la producción de aluminio, hierro y oro de la CVG estuvo entre las garantías que Caracas ofreció a Pekín, pero las múltiples denuncias de corrupción llevaron al país asiático a manifestar que solo aceptaría si las compañías quedaban bajo su control.