Caracas 27 de agosto de 2015.
Queridos amigos del Secretariado Internacional de Reporteros Sin Fronteras, permítanme una notificación. Respondo al nombre de Leocenis García, venezolano, editor, periodista, cinco veces preso político y fundador del grupo editorial 6to Poder, conformado por los medios El Heraldo, El Comercio, 6to Poder, y la Revista Usex. Recibí in-merecidamente en febrero de 2015 la orden “Martin Luther King” entregada por la Federación Interamericana de Abogados a personas cuyo trabajo sobre derechos humanos ha sido destacada en América Latina.
Me encuentro bajo arresto domiciliario en manos de la policía política de Venezuela, después que, durante 87 días hiciera una huelga de hambre mientras estaba preso en manos del SEBIN policía adscrita a la Vicepresidencia del gobierno del señor Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Dicha huelga comenzó, como protesta a mi detención, la quinta en menos de 7 años, por parte de autoridades de Venezuela y el cierre de 6to Poder, después que, sin -cómo ordena la constitución de Venezuela- se consultara a la Procuraduría General de la Republica.
Puesto que, un medio de comunicación debe ser independiente del poder, al igual que en la noche de “Los cristales rotos”, hemos experimentados la persecución, en todas las formas conocidas.
Al extremo que los expedientes forjados contra nosotros, están llenos de “testigos protegidos”, hombres sin rostros que nos acusan desde “agendas presidenciables” “
Una vez que mi reciente huelga de hambre, tomó revuelo internacional y mi condición física fue expuesta ante la prensa mundial,- pues la verdad siempre, huelga decirlo, busca grietas por donde escaparse y revelarse a la luz-, el gobierno de Caracas me puso en casa con policías armados vigilándome día y noche, sin atención médica. De tal forma que hoy, después de un mes, de esos hechos, la juez ha negado mi solicitud de ir a una clínica para tratar las evidentes secuelas de un ayuno tan prolongado.
Durante estos años, como verán en los links al final de esta carta, 6to Poder ha sido allanado, cerrado, sus periodistas han sido detenidos y/o citados a la fiscalía. Se nos ha acusado de instigación al odio, terrorismo, y hasta legitimación de capitales. Pero esto último, no sólo ha sido improbable, sino que llama la atención que en ninguna parte del mundo incluyendo los EEUU seamos investigados, por tan graves delitos, exhibidos por el régimen de Caracas.
En prueba de lo anterior, y arrastrado por las circunstancias, debo confesar que el gobierno de Estados Unidos me entregó visa americana vigente en el año 2010, después de varias de mis detenciones. Es ampliamente conocido, que los Estados Unidos de América, no entregan visado a personas con antecedentes penales, salvo que la administración de Washington, considere que, dichas entradas a prisión sean por razones políticas.
Desde 2010 jamás he podido usar mi visa y pasaporte, porque el gobierno ha impedido desde hace diez años que salga del país.
Reiteradamente hemos acudido a la huelga de hambre, como la única forma, para de manera no violenta protestar ante el abuso que, cerró dos señales de televisión (Atel Televisión y Nova Televisión) que como grupo editorial cuya fundación data desde 2008, intentamos adquirir, y que en otras ocasiones provocó la visita de hombres armados a nuestra sede editorial.
Cargo en mi humanidad, el record triste de cinco huelgas de hambre; la primera en 2008 la cual duró 7 días; la segunda en 2011, extendida por 15 días; la tercera, 8 días, en la Comisión Nacional de Telecomunicaciones donde militares me llevaron preso, delante de las cámaras de televisión; la cuarta en 2013, 54 días en la sede de espionaje militar conocida como la DIM; y, la quinta -este año -que duró 87 días en el SEBIN policía política que dejó daños neurológicos no reversibles.
Una y otra vez, -y en cada nueva oportunidad con mayor castigo-, hemos sido humillados, despojándonos de la libertad personal, del trabajo de años, y de la seguridad emocional de nuestras familias y trabajadores. Todos estos desafueros han recibido numerosas condenas, como AIR (Asociación Internacional de Radiodifusión), la Corte Interamericana de Derechos Humanos que bajo su Relatoría Especial para la Libertad de Prensa emitió una resolución a favor nuestro en 2011.
Eso sin olvidar, la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana, en voz de su excelencia monseñor Roberto Luckert; el primado de la Iglesia en Venezuela, su eminencia Jorge Cardenal Urosa Sabino, y como si esto no bastara-y no menos importante- Reporteros Sin Fronteras en 2011 y 2013.
Como ha recogido recientemente la prensa la sede de 6to Poder incautada , está hoy convertida en escombros, desgarrada, vuelta trizas- por autoridades quienes debían mantener en resguardo esas instalaciones- y convertidas en una suerte de campo de guerra; claro de hombre armados contra periodistas con lápices e ideas. Como deben saber, el juicio incoado por el gobierno contra nosotros no ha terminado, de manera que todas esas acciones son por lo menos sospechosas, para no decir, políticas.
En fin queridos amigos, hemos , después de mi puesta en prisión domiciliaria, re activado en clandestinidad las actividades de 6to Poder, sin sede, trabajando cada cual en el velo de sus casas, pues el gobierno ni permite mi asistencia medica y liberación, ni mucho menos devuelve un medio de comunicación que jamás debió confiscar. Estamos circulando contra viento y marea, aferrados a nuestra causa de quijote, pero reclamando en nuestro favor el concierto de la solidaridad del mundo.
Ojalá que al final del túnel, ocurra con nosotros, como aconteció en julio de 1997, con el caso de empresario peruano Baruch Ivcher cuya historia fue presentada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y luego resolvió que el gobierno peruano había violado su libertad de expresión, y debía reintegrarle como presidente y director de Canal 2, e indemnizarlo por las falsas acusaciones en su contra. Y, entonces, todos los que callaron cuando debieron acompañarlo, fueron considerados por el juicio duro de la historia.
Queridos amigos del mundo, quedan, ustedes, oficialmente notificados de nuestro caso.
Con la fe en la Divina Providencia, y Miguel, el Arcángel.
Leocenis García.
Editor y periodista preso en Venezuela.
Teléfono de abogado:
Ruben Darío Garcilazo: 00584141221994