Las autoridades colombianas afirman que el cantante de vallenatos, Ángel Navarro Romero, tenía otra fuente de ingreso más lucrativa, como el narcotráfico. Para ello tenía una flotilla integrada por lanchas y barcos que navegaban con una fachada de embarcaciones destinadas a la pesca.
El sujeto está relacionado en específico al tráfico de cocaína desde los golfos de Morrosquillo y Urabá, utilizando lanchas rápidas (Go Fast) y barcos de carga para enviar estupefacientes a Panamá, Costa Rica y Honduras, con norteamérica como destino final.
Una reseña de El Tiempo de Bogotá, destaca que el sujeto fue capturado el 17 de diciembre por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin), en colaboración con la Agencia de Administración de Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos. En conjunto con la Fiscalía colombiana, venían siguiendo sus pasos desde hace aproximadamente dos años.
En su cuenta de Facebook hacía publicaciones de su trayectoria en el mundo de la música, «pero también de sus diferentes barcos que, a lo largo de los últimos años, utilizaba para la pesca», describe El Tiempo.
Además de Navarro Romero, fueron capturados otros cuatro individuos. Los procedimientos se realizaron en los departamentos de Bolívar, Antioquia y Valle del Cauca.
Del cantante y John Jairo Arredondo Palomeque alias «Flaco», Estados Unidos exige su extradición.
Como dato adicional, se señala que la flotilla de barcos pesqueros como fachada para encubrir sus actividades ilícitas, permitía hacer un envío mensual de más de dos toneladas de cocaína a los Estados Unidos.
“A Ángel se le responsabiliza del envío de más de dos toneladas mensuales de clorhidrato de cocaína a los Estados Unidos y según las investigaciones, en Colombia utilizaba varias rutas terrestres que salían desde laboratorios clandestinos en Cauca, con destino a las costas del golfo de Urabá y Barranquilla (Atlántico), rutas por las que tenían que pagarle impuestos por el paso de la droga al ‘clan Del Golfo’”, señaló la Dijin en un comunicado.
Otro artículo de El Tiempo refiere que en las labores de inteligencia, las autoridades también determinaron que este artista organizaba “fiestas suntuosas en lujosas fincas y cabañas a las que asistían altos capos de la región del Urabá Antioqueño, en las que también interpreta música vallenata».