El Gobierno de Venezuela rechazó el comunicado publicado el viernes por la Embajada de Estados Unidos de América en Caracas, en el que Washington «lanza falsas acusaciones» contra el gobierno dirigido por Nicolás Maduro.
El texto oficial publicado por el Ministerio para Relaciones Exteriores este domingo puntualiza que EEUU evade su responsabilidad en las repetidas agresiones contra la nación suramericana.
En su comunicado del viernes, Estados Unidos niega estar involucrado en el asesinato del constituyente Tomás Lucena y en los planes insurreccionales contra Venezuela.
A continuación, el texto:
La República Bolivariana de Venezuela rechaza de manera categórica el comunicado emitido por la Embajada de Estados Unidos de América en Caracas el 19 de enero de 2018, en el cual la administración del presidente Trump evade su responsabilidad en las repetidas agresiones en contra del pueblo de Venezuela y del Gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro Moros, y lanza falsas acusaciones contra nuestro Gobierno.
Venezuela desestima la torcida interpretación que el Gobierno de EEUU ha dado a los señalamientos que -en el contexto de defensa de nuestra soberanía- han realizado las autoridades venezolanas para alertar al mundo acerca de la grave amenaza que pende sobre nuestro país por la decisión de EEUU de promover el derrocamiento del Gobierno legítimo de la República.
Venezuela es hoy un país bajo permanente asedio, sometido a un cruel, inhumano e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto de manera unilateral, en violación de todas las normas del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, por parte del Gobierno del presidente Donald Trump.
Ratificamos ante el mundo la denuncia de que el Gobierno de EEUU, desde la llegada de la administración Trump, ha arreciado su campaña de desestabilización de la democracia venezolana. Reafirmamos que el Gobierno de EEUU financia, protege y alienta a los grupos que buscan por vías violentas la remoción del Gobierno. Que EE.UU articula una estrategia internacional, presionando de manera obscena a naciones soberanas para que se sumen a esta estrategia de neocolonización de Venezuela. Que los grupos de cabildeo antivenezolanos con sede en el estado de la Florida dirigen la estrategia de agresión contra Venezuela. Que el objetivo final de EEUU es apropiarse de las riquezas de Venezuela e imponer un Gobierno lacayo y alineado a sus intereses.
La República Bolivariana de Venezuela es una nación respetuosa de las normas del Derecho Internacional, que jamás ha cometido algún acto de agresión en contra de algún país, a pesar de que EEUU, desde el año 2015, ha catalogado a nuestro país como una amenaza «inusual y extraordinaria» para su seguridad nacional.
El presidente Nicolás Maduro, en cumplimiento de la vocación histórica de paz del pueblo venezolano, ha hecho permanentes llamados al Gobierno de Donald Trump para reconstruir las relaciones con base en el respeto, el diálogo y la no injerencia. Sin embargo, la administración Trump insiste en quebrantar cada vez más las relaciones entre ambos países. En su sistemática campaña de agresión contra Venezuela, el Gobierno estadounidense ha pretendido imponer ilegales sanciones unilaterales, ha financiado el terrorismo, ha apoyado a grupos extremistas, ha realizado llamados a la insurrección a la Fuerza Armada, llegando al extremo de amenazar a Venezuela con una intervención militar.
Si algo perjudica la histórica relación de amistad y cooperación entre ambos pueblos y gobiernos es precisamente el empeño de la actual administración estadounidense en desconocer la vocación pacífica y democrática del pueblo venezolano, y los legítimos derechos de Venezuela como nación libre y soberana.
La República Bolivariana de Venezuela reitera su firme determinación de proteger a su pueblo, defender la independencia y la soberanía nacional. Por tal razón, exige el cese de las agresiones en contra de la patria de Bolívar por parte de la administración estadounidense, y reitera los lazos de hermandad con el pueblo de Estados Unidos de América, del cual hemos recibido incontables muestras de solidaridad y rechazo al atropello cometido por su Gobierno.