Diario El Vistazo. Luego de varios días conociendo la polémica decisión de las autoridades de Trinidad y Tobago al deportar 13 adultos y 16 menores de edad, entre ellos un bebé de cuatro meses, el canciller venezolano Jorge Arreaza convocó al Gobierno de Trinidad y Tobago «a una necesaria reunión de trabajo para revisar temas de seguridad, movilidad humana, lucha contra la delincuencia y narcotráfico«, por instrucciones del primer mandatario nacional, Nicolás Maduro.
«Será el segundo encuentro en los últimos 4 meses», escribió el funcionario sin ningún reclamo.
El martes 24 de noviembre los inmigrantes venezolanos regresaron a la isla en una embarcación, tras la decisión de la jueza Avason Quinlan-Williams que ordenó al jefe del Estado Mayor de la Defensa que presentara a los ilegales ante su tribunal. Antes de tocar tierra firme en la playa Los Iros, pasaron 48 horas donde soportaron lluvia, poca alimentación y deshidratación mientras navegaban por aguas internacionales.

El fiscal general de Trinidad y Tobago, Reginald Armour, indicó sobre el asunto que cuando la jueza Quinlan-Williams dio la orden de que se presentara a los inmigrantes ante ella ya no estaban «bajo la jurisdicción de Trinidad y Tobago».