El año 2016 se ha caracterizado por una profundización de la crisis económica que muestra su peor cara en los supermercados y abastos: Anaqueles vacíos, colas y peleas interminables cuando llega mercancía a precio regulado, agresiones de policías y militares.
Nilsa Varela Vargas
Este domingo 31 de julio la sorpresa de ver un anaquel medianamente lleno mostrando no una sino dos marcas de leche en polvo y café molido, es prácticamente un acontecimiento.
Paquetes de Villa Láctea y Campestre en presentación de 900 gramos, directamente traídas de Santa Bárbara del Zulia; Café Anzoátegui y Café Amanecer proveniente de Araure, estado Portuguesa, en presentaciones de un cuarto y medio kilo, eran exhibidos en un abasto asiático de la avenida Francisco de Miranda en El Tigre, cerca de la antigua Heladería EFE.
La ausencia del «desespero» de personas en el establecimiento no solo obedece a que se trate de un día domingo. Tiene que ver y mucho, el PMVP, precio máximo de venta al público. En el caso de la leche 4.750 y 4.990 bolívares, mientras que el café se consigue en 4.500 y 6.000 dependiendo de la marca. Una de las encargadas expresó que reciben la mercancía con estos precios desde hace más de una semana.
- Cercanos a los precios impuestos por los bachaqueros, no son ilegales pero sí un poco exigentes para aquellos venezolanos que reciben un salario mínimo integral al mes de 33.636 bolívares (salario mínimo nacional 15.051 bolívares + 18.585 de CestaTickets).