Bloomberg. Después de años de intensificación de la hostilidad, la relación entre Estados Unidos y Venezuela está bajo revisión silenciosa, con Caracas tomando medidas conciliatorias, las principales figuras estadounidenses actuando como intermediarios y la administración Biden revisando su política de sanciones.
En las últimas tres semanas, Nicolás Maduro aceptó la ayuda alimentaria internacional que había rechazado durante mucho tiempo, trasladó a seis ejecutivos de Citgo de prisión a arresto domiciliario y agregó a dos figuras de la oposición al Consejo Nacional Electoral.
Ninguno de los pasos se tomó en coordinación con Washington, sin embargo, personas cercanas a la administración de Biden están conversando con Maduro y su círculo. Entre ellos se encuentran el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, Gregory Meeks, el exgobernador de Nuevo México, Bill Richardson y el director del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley.
El funcionario estadounidense aseguró a Bloomberg que el régimen de Maduro debería estar hablando con la oposición para establecer elecciones libres y justas.
«Si bien la administración Biden todavía apoya a Guaidó, su fracaso para derrocar a Maduro más de dos años desde que fue declarado presidente interino ha provocado la comunicación entre Estados Unidos y Maduro», expone Bloomberg.
Estados Unidos estaría haciendo revisión de su política de sanciones hacia Venezuela, esperando ver pasos concretos del régimen de Nicolás Maduro, dijo a Bloomberg un funcionario de la administración de Joe Biden.
Señaló que de momento no hay conversaciones directas con el régimen, pero están observando lo que sucede en el país muy de cerca.
Cynthia Arnson, directora del Programa Latinoamericano del Wilson Center en Washington, indicó que el régimen busca un alivio de las sanciones, y claramente la administración de Biden se siente incómoda con la severidad de estas. «Pero existe una profunda desconfianza en el concepto de negociaciones y la gente no está dispuesta a volver a quemarse en ausencia de evidencia real de concesiones políticas sobre el terreno», agregó.
La oficina de Richardson dijo que ha estado en contacto regular con la vicepresidenta del régimen, Delcy Rodríguez, y el presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020, Jorge Rodríguez. Han hablado específicamente sobre los ejecutivos de Citgo arrestados, así como con dos ex Boinas Verdes estadounidenses actualmente detenidos en Caracas.
Además, mientras Maduro busca alivio de las sanciones siete años después de la peor crisis económica del país, Estados Unidos espera evitar que las fuerzas desestabilizadoras, incluidas las de los aliados de Venezuela, Rusia e Irán, se propaguen en la región, así como proteger los intereses de los tenedores de bonos estadounidenses y las empresas de alto riesgo en el terreno, como Chevron Corp.
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Ya en diciembre del 2020 Efecto Cocuyo reseñaba a la misma agencia Bloomberg: Biden buscará aliviar sanciones a Maduro a cambio de elecciones