El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo pero, gracias a la ciencia, quizá en pocos años dispongamos de una vacuna para combatirlo. Es lo que han afirmado en una reciente entrevista para la BBC, el matrimonio Ugur Sahin y Ozlem Tureci, cofundadores de la empresa alemana BioNTech en 2008 y que desde entonces han explorado tecnologías que involucran ARN mensajero (ARNm).
Cuando tuvo lugar la pandemia de COVID-19, la empresa se asoció con Pfizer para utilizar el mismo enfoque a fin de desarrollar una exitosa vacuna contra el coronavirus. Con todo lo que han aprendido en este desarrollo, han iniciado cuatro prometedores proyectos para desarrollar vacunas contra el melanoma, el cáncer de intestino y otros tipos de tumores. Los resultados de algunos ensayos clínicos de BioNTech-Pfizer son esperanzadores, hasta el punto de que han afirmado que las vacunas podrían estar listas para una fecha tan próxima como 2030.
La versatilidad de las vacunas de ARNm
Este optimismo también se basa en la extraordinaria versatilidad de las plataformas de ARNm, que cambia completamente las reglas del juego en el desarrollo de nuevos fármacos. Estas plataformas son más rápidas y fáciles de usar que las empleadas en la concepción de las vacunas tradicionales, lo que permite crear vacunas personalizadas para combatir mutaciones concretas del tumor de cada paciente.
Finalmente, otra ventaja añadida de esta tecnología es que puede usarse para que las células del cuerpo del paciente generen proteínas inmunoestimuladoras o que inhiban los puntos de control inmunitarios, de forma que el tumor ya no pueda pasar desapercibido en un diagnóstico. Por consiguiente, la vacuna debería administrarse en personas que ya tienen cáncer, en vez de prevenir el cáncer, creando una respuesta inmunitaria contra las células cancerosas.
¿Cómo funciona la tecnología ARNm?
El biólogo sudafricano Sydney Brenner descubrió el ARN en 1961, pero no fue hasta principios de los años 90 que la tecnología permitió usarlo como herramienta terapéutica. A diferencia de las tradicionales, las vacunas de ARN mensajero son un nuevo tipo de vacunas que no inyectan el germen atenuado o inactivado en el organismo, sino que enseñan a nuestras células a producir una proteína que desencadena la respuesta inmunitaria.
La ventaja de las vacunas de ARNm es que enseñan a nuestras células a producir la proteína que desencadena la respuesta inmunitaria para luchar contra la enfermedad.
Esto no significa que la vacuna ARNm afecte o interactúe de alguna forma con nuestro ADN, porque el ARNm no penetra hasta el núcleo celular, que es donde se encuentra. Lo que sucede es que, al poco tiempo de haber terminado de usar sus instrucciones, la célula se deshace de este ARNm.
Durante muchos años, el ARNm se consideró demasiado inestable y costoso para emplearse como medicamento o como vacuna. Sin embargo, ahora se han convertido en un cambio de paradigma revolucionario para tratar diversas enfermedades. Quizá, en un futuro muy cercano, también el cáncer.
Con información de National Geographic