Nicolás Maduro y su ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz han pretendido engañar al pueblo venezolano con el supuesto “éxito” del inicio del año escolar, cuando la realidad es otra, docentes en crisis, instituciones deterioradas, y abandono de las aulas por parte los maestros, de los niños, niñas y adolescentes, afirmó la diputada Amelia Belisario miembro de la Comisión de Familia y presidenta de la Sub comisión de Protección de los Derechos de la Familia, Maternidad y Paternidad de la Asamblea Nacional.
Ante la gravedad de la situación del sistema educativo venezolano la parlamentaria recibió este miércoles a un grupo de educadores liderados por el profesor Gustavo Padrón, quien expuso en detalle la situación del gremio docente y las condiciones en las que los niños, niñas y adolescentes deben recibir clases.
Padrón detalló que el Programa de Alimentación Escolar (PAE) es el principal ausente de las escuelas. Los centros educativos que aún lo reciben sólo les llega caraotas y arroz, sin proteínas ni los nutrientes necesarios que los estudiantes requieren.
Al referirse a la infraestructura de las escuelas y liceos, afirmó el educador que la mayoría está seriamente afectada con ausencia de servicios básicos (agua y luz), y en estado de precariedad, hasta sin ventanas, mesas y sillas, visiblemente deterioradas.
Y al hablar de los maestros y profesores, Padrón lamentó la situación de sus colegas, pues la gran mayoría con su salario no puede cubrir ni siquiera el transporte diario.
Pero lo que causa mayor estupor es la clara intención de Maduro de cubrir la demanda de docentes con los llamados maestros exprés, jóvenes en su mayoría que no tienen la preparación académica ni pedagógica para asumir semejante responsabilidad.
Tras escuchar al profesor Padrón, Belisario indicó que desde esa instancia parlamentaria se impulsará el acuerdo propuesto por los docentes que involucra a las familias en la lucha por una educación democrática. Para lograr el objetivo, es esencial la organización y participación de los ciudadanos, de allí la necesidad de impulsar la creación de los Comités para la Defensa de la educación con la participación activa de los padres y representantes.