La Asociación Internacional de la Energía (AIE) pronostica que Venezuela no recuperará el nivel de producción de petróleo que registró en 2017 hasta por lo menos 2040.
Según se desprende de la edición 2018 de su informe ‘Perspectivas de la energía mundial’, publicado este martes en el diario La Vanguardia, la AIE observa que el ritmo de bombeo en Venezuela lleva a la baja desde 2015 y la producción actual es la menor en tres décadas, con la excepción del radical desplome en 2002 y 2003, cuando una huelga en la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) hundió las extracciones por debajo de los 100.000 barriles diarios durante varios meses.
En concreto, el país caribeño cerró el año pasado con una producción media de 2,2 millones de barriles de petróleo diarios. El deterioro de la situación económica interna hará que la media baje hasta los 1,5 millones de barriles diarios en 2025.
A partir de entonces comenzará a recuperarse, situándose en los 1,7 millones de barriles diarios en 2030, los 2,1 millones de barriles diarios en 2035 y los 2,5 millones de barriles diarios en 2040, superando así el nivel de producción del año pasado.
No obstante, para entonces Venezuela pasará a ocupar el octavo puesto por nivel de bombeo dentro del cártel de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), por detrás de Arabia Saudí (13,3 millones), Irak (6,8 millones), Irán (5,5 millones), Emiratos Árabes Unidos (4,4 millones), Kuwait (3,4 millones), Catar (2,6 millones) y Nigeria (2,6 millones).
Dentro del principal escenario contemplado por la AIE, Estados Unidos se asentará como el mayor productor de petróleo, con un nivel de oferta de 16,2 millones de barriles diarios en 2040.
De los países ajenos a la OPEP, Rusia ocupará el segundo puesto por nivel de bombeo, hasta un total de 9,4 millones de barriles diarios. De su lado, Arabia Saudí se mantendrá como el mayor productor del cártel petrolero, con una producción estimada de 13,3 millones de barriles.
En cuanto a los compradores, China pasará a ser el principal consumidor de petróleo a nivel mundial en 2035, superando a Estados Unidos.