El relámpago de Catatumbo juega en papel fundamental en la preservación de la capa de ozono. Expertos aseguran que el fenómeno contribuye a reparar el daño en la ozonosfera, producido por diferentes factores.
Explican además que el ciclo de tormentas eléctricas que se generan sobre la desembocadura del río Catatumbo, en el Sureste del Lago de Maracaibo, estado Zulia produce 250 rayos por kilómetro cuadrado al menos 300 días al año y convierte a la zona como una de las mayores generadoras de gas de todo el mundo.
Pese a contar con el relámpago del Catatumbo como un aliado natural, Venezuela se aboca en otros frentes como la reducción de sustancias dañinas y la sustitución de máquinas industriales y domésticas que emiten materia contaminante.
Además, desde 1992, el país cuenta con el Fondo Venezolano de Reconversión Industrial y Tecnológica (Fondoin), adscrito al Ministerio de Industrias, para llevar a cabo programas para reconvertir sustancias de las empresas, así como planes educativos para entrenar a técnicos que manejan equipos menos contaminantes.
En entrevista a EFE la bióloga y asesora técnica de Fondoin Carmelina Flores dijo que Venezuela está «cumpliendo al pie de la letra» el Protocolo de Montreal, un acuerdo mundial firmado el 16 de septiembre de 1987 y en vigor el 1 de enero de 1989, cuyo objetivo es proteger la capa de ozono de la estratosfera terrestre reduciendo gradualmente las sustancias químicas que la agotan.
Flores expuso que la nación cuenta con un Fondo Multilateral que el Protocolo de Montreal contempla, como mecanismo de ayuda para países más pobres o en vías de desarrollo.
Agregó que con el objetivo de reducir las sustancias nocivas, se han importado, neveras, aires acondicionados y demás equipos, de países que ya han adelantado su adaptación.
Es preciso recordar que el gobernante Nicolás Maduro creó el Observatorio Nacional de la Crisis Climática (ONCC) para unirse a los procesos de mitigación y adaptación en materia de cambio climático.
Uno de los objetivos, de acuerdo a un boletín difundido por el mandatario, es lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, «con el fin de impedir interferencias antropogénicas (causadas por el ser humano) peligrosas en el sistema climático».