En el estado Anzoátegui ya se han registrado dos incidentes en vehículos que tienen instalaciones improvisadas de bombonas de gas doméstico como fuente de combustible. Una práctica desesperada y hasta suicida, a la que han recurrido varios conductores por la aguda escasez de gasolina existente en Venezuela desde mediados de marzo. «Son adaptaciones empíricas con riesgo inminente», en opinión del Bombero profesional universitario y Técnico en Respuesta a Emergencias con Materiales Peligrosos, Jorge Mujica.
¿Cuáles son los peligros de estas modificaciones en los vehículos? Principalmente el sistema de los vehículos no están diseñados para este tipo de adaptaciones. Partiendo de la combustión de gas en los motores, como el gas es fuente de energía, van a utilizarlo. El GNV (Gas Natural Vehicular) es un sistema propio que viene diseñado de fábrica, algo muy diferente a lo que se está viendo en la actualidad: Adaptaciones empíricas al sistema de carburación del vehículo para alimentarlo con gas. Y como es empírico, no lo hacen de forma adecuada«, argumenta.
Describe, que en el caso del sistema GNV, los vehículos vienen con un diseño adaptado al motor, que incluye válvulas de cierre y de seguridad.
«Ese sistema emplea cilindros de alta presión de gas que hacen funcionar el motor». El gas licuado de petróleo (GLP) utilizado con fines domésticos, no tiene esa capacidad de alta presión.
«Los empíricos venezolanos se dieron cuenta que el regulador utilizado en soldadura, -sirve- en este invento. Y es por eso que vemos la instalación de un regulador de alta presión en las bombonas domésticas para que simulen un cilindro de GNV», describe Mujica. «Ese regulador lo instalan con la finalidad de producir un cambio de presión, pero el riesgo inminente es que se pueda producir la deflagración en cualquiera de las partes que estén antes y después del regulador. Si ese regulador tiene algún defecto por uso o defecto de fábrica, se pueden producir fugas».
Es importante señalar que las reacciones producto de la combustión se clasifican como deflagraciones o detonaciones. Dependerá de la velocidad de propagación. En el caso de las deflagraciones es la reacción por combustión en las que la velocidad de reacción es menor que la del sonido en el medio combustible.
El experto indica que otro elemento grave de este «invento» que además es ilegal, es que se emplean mangueras plásticas, las cuales son muy utilizadas en cocina y no sirven para soportar alta presión. Puntualiza también que como se trata de vehículos que están acostumbrados a funcionar con gasolina y no con gas, los conductores «echan un poco de gasolina en el carburador para el encendido del vehículo y luego activan el sistema empírico a gas».
¿Cuándo hay riesgo? En todo momento. Mujica también es Técnico Superior Universitario en Emergencias Prehospitalarias y abogado. Afirma que el riesgo no solo está presente cuando se enciende el vehículo, sino «durante todo el transporte, uso inadecuado y manejo indebido de las bombonas y cilindros de gases. No sabemos si los contenedores han sido inspeccionados de acuerdo a las normas establecidas, a los mismos se le debe realizar prueba de presión hidrostática».
Algunas personas han afirmado que con el vehículo andando el riesgo disminuye. Pero el riesgo está presente en todo momento. «El aire que expulsan los extractores de los vehículos, pasa al radiador y allí hay agua a alta temperatura y trazas de aire, luego que pasa por esas celdas sale al exterior. Para decir que ese extractor saca un volumen adecuado de ese motor, es necesario tener un monitor o detector de gases inflamables en el vehículo», dice.
Riesgos concretos. Explosión, incendios, quemaduras graves en las personas que estén cerca, muerte, traumatismos por partículas proyectadas, dificultad respiratoria por inhalación de gas, entre otros.
Hay más. Las adaptaciones empíricas no son las únicas maniobras irregulares que se ven en la actualidad. «Otra situación que se está registrando es el llenado de cilindros GNV con GLP». Mujica dice que sí se puede hacer pero genera mucho riesgo porque es el mismo procedimiento empírico: «No son manómetros adecuados, no se hace con tomas adecuadas de gas que tienen aleaciones específicas que no generan chispas».
Hay responsabilidades penales: Ley de Sustancias y Desechos Peligrosos, Ley Penal del Ambiente y Ley de Tránsito y Transporte Terrestre.
Casos en Anzoátegui. El primer vehículo que sufrió daños considerables fue un Toyota Starlet, el domingo 3 de mayo en el municipio Sotillo. «Se presume que ocurrió deflagración (explosión) por sobrepresión en los contenedores, dice Mujica. «Muchos lo asocian con el fenómeno de los cilindros conocido como bleve (boiling liquid expanding vapour explosion) ó explosión por la expansión de los vapores de los líquidos en ebullición. Pero no es correcto, eso solo ocurre cuando es sometido a altas temperaturas». Menciona la Norma Americana de Referencia NFPA 921, que es la guía para investigaciones de incendios y explosiones. «Y no la Covenin de obligatorio cumplimiento 3507 del año 1999 que está desfasada», expone el entrevistado.
En el segundo caso, un carrito por puesto LTD presentó incendio en el área de motor cuando circulaba por el antiguo puente La Volca de Barcelona. Presuntamente se incendiaron, por fuga de gas por válvulas, las conexiones improvisadas que van de la bombona al motor.
Jorge Luis Mujica Noguera. Bombero profesional universitario, Técnico Superior Universitario en Emergencias Prehospitalarias, Abogado, Técnico en Respuesta a Emergencias con Materiales Peligrosos. Formación en Investigación de accidentes laborales, incendios y explosiones. Facilitador en Latinoamérica, Centroamérica y el Caribe en Prevención, emergencias, desastres, seguridad industrial e higiene ocupacional. Contacto: [email protected].