El presidente Joe Biden agradeció al papa Francisco «su defensa de los pobres del mundo y los que sufren hambre, conflictos y persecución», tras llegar este viernes al Vaticano.
Biden salió de Villa Taverna, la residencia del embajador de Estados Unidos en Roma, donde se aloja la delegación estadounidense, y llegó al patio de San Dámaso del Vaticano en el palacio pontificio a las 11:59 hora local, en medio de fuertes medidas de seguridad y con un cortejo presidencial formado por más de 30 coches.
El mandatario norteamericano «alabó el liderazgo del papa en la lucha contra la crisis climática, así como su defensa para garantizar que la pandemia termine para todos a través del intercambio de vacunas y una recuperación económica global equitativa».
Asimismo, refiere la agencia EFE, «agradeció al Vaticano por hablar en nombre de los detenidos injustamente, incluso en Venezuela y Cuba, así como se comprometieron a seguir usando sus voces para defender las libertades personales y religiosas en todo el mundo».
La Voz de América reseña que Biden está en Europa para participar en dos importantes cumbres mundiales, una en Roma del Grupo de los 20 este fin de semana y la otra sobre el clima en Glasgow, Escocia, el lunes y martes.
La reunión entre ambos líderes se extendió por una hora y 15 minutos, un tiempo mayor de lo habitual si se compara con la audiencia del Papa con los expresidentes Donald Trump en 1917, que fue de 30 minutos, y con Barack Obama en 2014, de 50 minutos.
Ambos ya se han encontrado en tres ocasiones, pero esta fue la primera desde la llegada de Biden a la Casa Blanca.
Biden es el segundo presidente católico de Estados Unidos después de John F. Kennedy y asiste regularmente a misa los domingos. Sin embargo, apoya el aborto y el matrimonio entre homosexuales, como muestra de la separación de la política y la religión, por lo que ha sido criticado por los obispos estadounidenses, que desean negarle la comunión.