Por: Jean Guevara / Opinión Diario El Vistazo
En estos últimos tiempos de acontecimientos políticos en nuestra ciudad se han dado hechos que sin duda alguna dejan mucho que desear, hechos alejados de la moralidad, la ética, las buenas costumbres, valores y principios. Hechos que están diametralmente distantes de las cualidades que debería tener aquel que aspira venderse como una opción para dirigir las riendas de nuestra ciudad, al menos durante los próximos cuatro años, me refiero específicamente a quienes ya han demostrado lo que son capaces de hacer en el ejercicio del poder.
En ese sentido surge una interrogante ¿Qué hacer frente a esta situación? Resulta que la respuesta está en reconocer que todo pasa por convocar a los más preparados, los más comprometidos, a los que verdaderamente les duela EL TIGRE, para que participen en un proceso de reconstrucción total, que no solo sea capaz de salvar a nuestra ciudad, sino que también nos permita despertar el alto grado de conciencia ciudadana que siempre caracterizó a los hombres y mujeres que han amado esta tierra, que siempre la han defendido con gallardía y coraje en los escenarios sociales y políticos que han sido necesarios. Hago un llamado a la gente decente de esta tierra, a todo aquel que quiere vivir en una ciudad ordenada donde el comercio formal sea respetado y protegido; donde el comercio informal pueda trabajar ajustado estrictamente a las normas de convivencia ciudadana; donde el respeto a los semáforos y a las señales de tránsito sea un hábito de todos, una ciudad limpia donde no tengamos que ver desperdicios, zamuros y gusanos en las esquinas, sino que la pulcritud sea un ícono que nos defina. Una ciudad moderna adaptada a los estándares de las grandes ciudades del mundo, que ya cuentan con ciclo vías. Que existan contenedores a lo largo y ancho de nuestra ciudad, identificados con colores y símbolos de clasificación para reciclaje de desechos; una ciudad con instalaciones deportivas de primera línea, con capacidad para explotar el gran talento y cualidades atléticas que poseen nuestros jóvenes y que esto a su vez nos permita hacer convenios con academias, clubes y empresas internacionales. Todo aquel Tigrense que quiera formar parte de este proyecto de ciudad que aquí describo, es el momento. Llegó la hora de la unión sincera sin chantajes ni sectarismos, pero sí con profundo compromiso y amor por nuestro amado TIGRE.
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