El señor Omar Vásquez murió baleado el 17 de octubre del año 2020 en el municipio San José de Guanipa. A pocos días de cumplirse cinco meses de su asesinato, los familiares afirman que retomarán las diligencias del caso para conseguir justicia.
«El miércoles 17 de marzo cumple cinco meses de haber sido asesinado. Vamos a seguir insistiendo para que nos den respuesta», expresó este lunes 8 de marzo de forma anónima uno de sus familiares, mientras participaba en una concentración pacífica realizada en la calle Bolívar frente al local donde «El catire Omar», solía vender pescado. Los conductores y peatones que pasaban por el sitio recibieron pequeños volantes y además observaron pancartas pidiendo justicia.
Sus deudos acudirán próximamente al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y al Ministerio Público para conocer detalles de la investigación. «El expediente que hizo el Cicpc lo iban a pasar a fiscalía pero en fiscalía dicen que no hay expediente. Queremos que nos ayuden a que este caso se agilice y poder saber la verdad», agregó otro familiar consultado.
Aproximadamente a las 10:50 am del 17 de octubre del 2020, Omar salió de su local a buscar mercancía. Algunas fuentes indicaron en aquel entonces que el pescadero de 57 años de edad fue interceptado por sujetos a bordo de un Aveo en la calle La Esperanza del sector Zulia, detrás de la Urbanización Santa Elena.
«Hay versiones que afirman que él iba en el camión y un carro lo interceptó, unos sujetos se bajaron y le dispararon. Hay personas que comentan que él se opuso al robo de su camión –un Dodge Ram color negro sin cava- pero muchos sabemos que él no haría eso porque era una persona demasiado nerviosa».
Ese día, el camión fue supuestamente visto vía La Bomba y Planta Puro Hielo; posteriormente también se especuló que pasó por una trilla cerca del Centro Ítalo – Venezolano; y una tercera refería que iba vía Bolívar. «El camión terminó apareciendo vía Maturín, en una zona llamada La Mata», agrega una de las fuentes.
«Él era demasiado gentil. Si alguien llegaba a su negocio molesto, él le sacaba una sonrisa», agregaron sus familiares que no le conocieron ningún enemigo.