Latinoamérica dispone de decenas de millones de vacunas de AstraZeneca guardadas en almacenes. Un laboratorio argentino está fabricando 18 millones de dosis cada mes. Pero de momento no pueden utilizarse por falta de insumos básicos como filtros, bolsas estériles, viales o excipientes biológicos en el laboratorio de México encargado de terminar el producto.
La “vacuna latinoamericana” contra la Covid-19, producida en una factoría bonaerense del empresario argentino Hugo Sigman y financiada por la fundación del magnate mexicano Carlos Slim, se ha visto frenada por un problema mundial de desabastecimiento. Sigman considera que habrá que seguir esperando hasta el mes de abril, reseñó El País en una nota hecha a dos manos por ENRIC GONZÁLEZ y ELÍAS CAMHAJI.
El gigante farmacéutico AstraZeneca renunció hace casi un año a obtener beneficios de su vacuna mientras durara la pandemia y, a través de la Fundación Bill Gates, buscó filántropos que asumieran los altos costes de producción. En Latinoamérica encontró a Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo. Slim aceptó con la condición de que la vacuna se fabricara en el continente. AstraZeneca decidió que la fabricación del principio activo se realizara en mAbxience, una moderna instalación argentina perteneciente al grupo Insud, propiedad del matrimonio compuesto por la bioquímica Silvia Gold y el médico Hugo Sigman. El producto básico sería enviado luego a los laboratorios mexicanos Liomont, que se ocuparían de terminarlo y envasarlo para que AstraZeneca realizara la distribución.
Pero el plan chocó con el desabastecimiento planetario de productos tan elementales como soluciones salinas, frasquitos y jeringas. Schott, el mayor fabricante mundial de viales, avisó ya en junio de que no podía hacer frente a pedidos de cientos de millones de frascos. Al mes siguiente, Pascal Soriot, director ejecutivo de AstraZeneca, admitió que el problema no era “fabricar la vacuna en sí misma, sino llenar los viales”, porque no había suficientes en el mercado.
El laboratorio de mAbxience empezó a fabricar en el plazo previsto y el 20 de enero exportó a México el equivalente a seis millones de vacunas. El 2 de febrero exportó otros seis millones de dosis. Ahora mismo, mAbxience produce a un ritmo de 18 millones de dosis cada mes y en abril alcanzará los 25 millones de dosis mensuales. Ese material permanece paralizado, en los laboratorios mexicanos de Liomont y en Argentina, a la espera de que se resuelva el desabastecimiento de viales.
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