El secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Jesús Torrealba, acudió ayer junto a un grupo de dirigentes políticos y Antonieta Mendoza de López, mamá de Leopoldo López, a la sede de la Nunciatura Apostólica para solicitar la intermediación de la Iglesia ante el supuesto peligro al que estaría expuesto el exalcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos.
Torrealba aseguró que la movilización repentina de Ceballos constituye una clara violación de los derechos humanos y un “acto de cobardía” de parte de las autoridades. Esta medida fue calificada además como «represalia del Gobierno», luego de que el dirigente resultó elegido como candidato a las parlamentarias.
“Vinimos a introducir un documento ante la Iglesia para pedir su solidaridad. Se trata de una nueva agresión de Maduro, un atentado de estos malandros contra todo un pueblo que lo que quiere es paz”, dijo.