La vicepresidenta del gobierno de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, viajó a Rusia esta semana para presentar a las autoridades de ese país la “Ley Antibloqueo”, que permite contrataciones confidenciales de socios e inversores con el fin de esquivar sanciones económicas extranjeras, esencialmente de Estados Unidos.
Reseña La Voz de América, que la segunda al mando del poder ejecutivo de Maduro viajó a Rusia acompañada por una comitiva de alto nivel. La asistencia de Asdrúbal Chávez, hermano del exmandatario Hugo Chávez y presidente de la petrolera estatal PDVSA, refleja el interés de Venezuela en la resurrección de su industria de hidrocarburos.
La producción petrolera venezolana se ha desplomado a niveles jamás vistos en los últimos 70 años. En octubre pasado, el país produjo 367.000 barriles al día. En diciembre de 1998, cuando Chávez ganó las elecciones, la cuota era de 3,2 millones de barriles y PDVSA era una de las principales empresas del mundo.
La llamada Ley Antibloqueo surgió como una alternativa del chavismo para evadir los efectos de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, particularmente desde enero de 2019, cuando Maduro juró en el cargo para un segundo mandato tras unas elecciones controvertidas.
Economistas consultados por la Voz de América, como Luis Oliveros y Leonardo Vera, admiten que las sanciones han colaborado con el colapso de la industria petrolera venezolana, a pesar de que la crisis económica y del sector es previa a las decisiones ejecutivas de la administración de Donald Trump.