El Mundo. Los análisis de los últimos días aseguraban que el desenlace más temido en la noche electoral de EEUU, el que más turbulencias provocaría en los mercados, sería un triunfo muy ajustado de cualquiera de los dos candidatos, Donald Trump o Joe Biden. Y esos temores se han cumplido.
Con miles de votos aún por contar y varios estados clave por definir su color, podría tardar días conocer quién es el vencedor teniendo en cuenta que el candidato republicano ha amenazado con recurrir al Tribunal Supremo para denunciar un presunto «fraude» en su contra.
Las turbulencias, efectivamente, marcaron el inicio de la sesión en las principales bolsas europeas, que abrieron el día con importantes caídas. Sin embargo, a medida que el recuento ha avanzado y una vez que Wall Street ha abierto, el pesimismo inicial se ha dado la vuelta y donde antes había rojo, se acabó imponiendo el verde.
El Cac 40 de París ha terminado con un avance del 2,4%, por delante de otras grandes plazas como el Ftse Mib de Italia (+1,9%), el Dax de Fráncfort (+1,9%) o el Ftse 100 de Londres (1,7%).
Sólo el Ibex 35 se ha quedado más rezagado en las subidas, al cerrar con un ascenso del 0,45%. Muy lejos, eso sí, de la caída superior al 2,5% que encajó en la apertura.
Buena parte de la culpa de esa posición de cola recae sobre elel sector bancario, el más castigado del día por la salida de los inversores. BBVA ha pardido un 6,65%; Banco Sabadell, un 5,3%; Santander, un 4,1%; Bankinter, un 3,7%; Bankia, un 2,75% y CaixaBank, un 2,7%.