La Opinión. El encargado de la secretaría de Salud de Cúcuta, Franklin Hernández, presentó su renuncia en paralelo al cierre de la Unidad Hematológica Especializada de Cúcuta (Colombia). Allí funciona el Laboratorio para procesamiento de Covid-19, pero “se encuentra colapsado”, según reporta la prensa cafetera. Foto: La Opinión.
El incremento desproporcionado de los solicitantes de pruebas SARS CoV COVID-19, la falta de insumos, la carencia de reactivos, escasez de personal capacitado para atender la demanda y documentación represada para el envío de las muestras supera la capacidad del recinto.
El laboratorio entró en funcionamiento con la certificación del Instituto Nacional de Salud, el pasado 11 de junio pero ya no puede recibir un paciente más. Por esta razón se anunció la suspensión del servicio “hasta que puedan abastecerse de lo necesario”.
Renuncia que agudiza la crisis
El Concejo recibió con sorpresa la renuncia del funcionario durante un debate de control político al tema de la emergencia sanitaria.
A la actividad habían sido invitados el gerente del Instituto Municipal de Salud (Imsalud), el director del Instituto Departamental de Salud (IDS), y el gerente del Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde se atiende a gran número de venezolanos.
El concejal Oliverio Castellanos explicó que el pleno de la corporación quería conocer las ejecuciones de la administración municipal para enfrentar la pandemia, pero la sorpresa fue que el encargado había renunciado el viernes 17 de julio.
En este marco, el concejal Oliverio Castellanos condenó la “mala ejecutoria frente a la crisis”, recordando –recoge La Opinión– que el Concejo le autorizó al alcalde $4.000 millones de pesos (alrededor de 1,2 millones de dólares) para el manejo de la emergencia por Covid-19, que fueron girados a la secretaría de Salud, pero que tan solo invirtieron el 27%. Sigue leyendo aquí.