Insultos y arengas estridentes marcaron este martes un debate en el Parlamento venezolano al que asistieron 12 legisladores extranjeros por invitación del líder opositor Juan Guaidó, en un nuevo episodio de presión para expulsar del poder a Nicolás Maduro.
El enfrentamiento verbal entre opositores y oficialistas escaló durante el discurso de Javier Maroto, quien al igual que sus tres colegas del derechista Partido Popular español, arremetió contra Maduro al que llamaron «dictador».
«Vamos a adquirir el compromiso para que gente así (los diputados oficialistas) pueda sufrir también sanciones individuales adicionales que hoy no están siendo tomadas», desafió Maroto, provocando la ira del bloque chavista que lo interrumpió continuamente.
La Unión Europea mantiene un embargo de armas sobre Venezuela y sanciones contra 25 funcionarios ante acciones que socavan la democracia y los derechos humanos.
En una sesión que por momentos se tornó caótica, los oficialistas respondieron con consignas como «¡la patria no se vende!» y ¡váyanse al carajo!», y denunciaron el congelamiento de fondos venezolanos en Europa y Estados Unidos, lo que afirman agravó la crisis socioeconómica.
«Quiero decirle senador (Maroto), como decía (Hugo) Chávez, váyase a la mierda, que en Venezuela hay un pueblo libre, soberano, que no negocia su libertad», exclamó desde la tribuna de oradores Gerardo Márquez, del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
El oficialista Julio Chávez le reprochó a los invitados que si ingresaron al país había sido por decisión del «gobierno legítimo» de Maduro.
«No estamos solos», resaltó por su parte Guaidó, quien no ha logrado desplazar a Maduro y en las últimas semanas ha visto comprometido su poder de convocatoria a protestar.