Decenas de cadáveres son incinerados a diario desde el domingo en Pashupatinath, emblemático lugar de cremación de Katmandú, donde las familias aguardan su turno para despedir con los ritos hindúes a las víctimas del terremoto que el sábado azotó Nepal y ha causado más de 5.000 fallecidos.
“Normalmente entre seis y siete cuerpos son quemados en este lugar. Sin embargo, debido al enorme terremoto se ha convertido en un lugar muy concurrido y sin sitio disponible para quemar los cuerpos”, explicó a Efe el vecino de la zona Keshav Subedi.
Este maestro de 35 años asegura que ha estado en el lugar de las cremaciones desde el día del seísmo y calcula que al menos 200 cadáveres fueron incinerados sólo entre el domingo y el lunes.
En Pashupatinath, el punto más sagrado para el hinduismo en el país, cada cuerpo es quemado sobre una pila de madera en una de las 15 escaleras de acceso al río, adonde se tiran posteriormente las cenizas de los fallecidos.
No obstante, hasta cinco cuerpos son incinerados estos días en una misma hoguera. Aproximadamente cada dos horas, tiempo que tarda en arder cada cadáver, uno nuevo es colocado encima de una pila de madera.
Vecinos y curiosos observan desde la otra orilla cómo las pérdidas humanas de la tragedia se convierten, una tras otra, en ceniza. Sus familiares se afanan en trasladar hasta el acceso al río los cuerpos que se amontonan en los edificios del recinto, y tienen que esquivar a los ajetreados trabajadores cargados de leña.
Tienen miedo a que nuevas réplicas del seísmo hagan caer sus ya agrietadas viviendas, mientras que otros muchos no tienen un hogar al que retornar. Cada día los equipos de rescate encuentran nuevos cuerpos, que se suman a la larga lista de espera en Pashupatinath.
Al maestro le preocupan también los miles de heridos que continúan en los hospitales nepalíes, ya que si no consiguen salvarse “muchos de ellos” acabarán también en este lugar.
El peor sísmo ocurrido en Nepal en los últimos 80 años ha dejado una huella imborrable en Katmandú, donde comienza a llegar ayuda internacional mientras la ciudad intenta desesperadamente volver a una normalidad que tardará mucho en llegar.
“Si el terremoto o las réplicas se repiten -dijo Subedi-, posiblemente este lugar no podrá albergar un mayor número de cadáveres a cremar”.
Con información de EFE