Lo que va de enero de 2019 ha sido un verdadero dolor de cabeza para los residentes de la urbanización Morichal. Varios propietarios de este complejo habitacional ubicado en la avenida Jesús Subero cruce con calle 24 sur, han reportado a El Vistazo, ser víctimas de 3,4 y hasta 5 cortes de luz por día.
Las causas de estas constantes y riesgosas fallas, radica en: 1) Un cable de potencia de la Sub Estación Tigre II que conecta con la Sub Estación Jesús Subero, está averiado desde finales del 2018. 2) Para no dejarlos sin el servicio de forma permanente, la única maniobra que podía hacer Corpoelec de forma temporal, era conectar la carga del circuito Morichal al circuito Atapirire, un tramo eléctrico que es muy vulnerable.
De forma extraoficial, una fuente consultada explicó que este circuito es muy amplio. Surte, entre otras, a las comunidades rurales La Canoa, El Caris, Múcura, Santa Cruz del Orinoco y Boca el Pao.
Nos dijo además que pueden ser múltiples las causas que tumban este circuito Atapirire: Una línea sobre el aislador, un transformador quemado, contacto con vegetación, roce entre líneas vivas. Aunado a esto, la comunicación con los dueños de fincas de la zona es prácticamente nula porque sus portones permanecen cerrados y la evaluación de las líneas no puede realizarse. Todo esto se traduce en no poder detectar la falla que produce los constantes apagones.
Más datos. Además de Morichal, están afectadas otras urbanizaciones de esta importante arteria vial que conecta a El Tigre con Guanipa. Lo más cumbre: En Corpoelec no han hecho el diagnóstico exacto de la falla en la S/E Tigre II, a pesar de tener el personal y el equipo técnico necesario.