ESPECIAL | El Vistazo
El hundimiento del ferry Tallink Autoexpress II, ocurrido la madrugada de este martes 7 de agosto en el Puerto de Guanta, generó una fuga del combustible que estaba en los tanques del buque paralizado desde hace cuatro años, tras detectarse una fractura en el casco babor. Se conoció que son 40 mil litros de gasoil o diésel los que amenazan contaminar las aguas de la Bahía de Pozuelos.
El barco con capacidad para transportar 800 pasajeros, fue heredado por el Gobierno nacional en el proceso de estatización y estaba sin generación eléctrica propia, por lo que las bombas para expulsar el agua que entraba al estar fondeado estaban paralizadas.
Alfredo Santamaría, vicepresidente nacional del Sindicato Nacional Bolivariano de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria del Transporte Marítimo, Portuarios afines y conexos (Bolimarítimos), denunció que La Nueva Conferry no cumplió con el plan de contingencia.
Dijo que los dos tripulantes del ferry avisaron a los responsables de la flota sobre los altos niveles de agua que se acumulaban en el interior del barco, pero no fue sino hasta el domingo 5 de agosto cuando la empresa inició la descarga del líquido con una bomba de poca capacidad de desagüe, acelerando la zozobra reportada dos días después de la notificación.
Confirmó que la embarcación estuvo tres años en aguas del sector Volcadero en donde el sistema de bombas de achique funcionaba con la energía eléctrica suministrada desde un poste de alumbrado público, pero al ser removido hace ochos meses a Guanta, se paralizó la descarga de agua.
En horas del mediodía trabajadores del lugar aseguraban que el 60% de la embarcación estaba sumergida.
La directora estadal del Ministerio de Ecosocialismo (Minec), Katiuska Homsi confirmó que fue notificada la Fiscalía Ambiental y que diferentes organismos del Estado venezolano supervisan que se cumplan las normas técnicas para la recolección del combustible.
En el sitio además se hicieron presentes autoridades de la Red Estratégica de Defensa Integral Oriental (Redior), Zona Operativa de defensa Integral 51 (Zodi), Bomberos Marinos de Pdvsa, Bolivariana de Puertos (Bolipuertos), Capitanía de Puertos y Protección Civil para coordinar labores de reflotamiento del buque.
+Datos. Con este suman tres los ferris que zozobran en la Bahía de Pozuelos.
El 21 de junio de 2010, el doña Juana colapsó y a la fecha yace en el lecho marino. El buque Carmen Ernestina también se hundió por la popa el 9 de octubre de 2016, fue reflotado y trasladado a los astilleros de la Península de Araya, estado Sucre, en donde hay denuncias de que está siendo desvalijado.
Sobre el Tallink, La Nueva Conferry hizo una inversión hace aproximadamente tres años, con la intención de ponerlo en circulación. Informaron trabajadores que la remodelación estaba enfocada en mejorar los asientos para pasajeros.
Los viejos barcos conocidos con los nombres de Rosa Eugenia, María Rosario, Concepción Mariño y Lilia Concepción están anclados en los muelles del terminal marítimo Eulalia Buroz de Puerto La Cruz, esperando para ser desguazados.
En el muelle de Guanta está sin uso el San Francisco de Asís.
De los 11 buques de La Nueva Conferry, ocho heredados y tres comprados por el estado venezolano en el año 2013, uno solo está operativo para el transporte de pasajeros entre Anzoátegui y la Isla de Margarita: El Virgen del Valle.
Actualmente la empresa del Gobierno no ofrece transporte de carga pesada entre los estados Anzoátegui y Nueva Esparta, servicio que antes era realizado con los buques Rosa Eugenia, Cacica Isabel y María Rosario.
Trabajadores aseguran que el Concepción Mariño tocó fondo marino, porque el casco de la nave está corroído.