La directiva de tres líneas de transporte de la ruta Tigre – Tigrito y una de la ruta Tigre – San Tomé, plantearon nuevamente ante las autoridades el paro técnico que padecen a consecuencia de la hiperinflación.
Sin cauchos, sin baterías, sin correa del tiempo, sin dinero suficiente para comprar un litro de aceite en 8 ó 10 millones, están los choferes del municipio Guanipa, los pocos que aún se mantienen en el sector transporte. Muchos colegas se han dedicado a otro rubro, otros han paralizado sus vehículos, algunos tienen complicaciones de salud, más los que se han ido del país.
Miguel Prado, presidente de la Cámara de Transporte del municipio Guanipa, dirigió el encuentro realizado el viernes 13 de julio al que asistió la jefa de oficina regional El Tigre del Instituto de Transporte y Tránsito Terrestre (INTT), Noris Paltoo.
«Si dejamos que alguien no le pare pelotas a esto, entonces no vamos para abajo. Como padres de familia, estamos preocupados», dijo Prado señalando la inspección que se hará la próxima semana con el INTT.
El recién designado delegado por el municipio Guanipa ante el sindicato de estados orientales, Israel Celis, pidió ir a la casa de los choferes para ver cuántos transportistas están enfermos y cuántos niños «están pasando roncha» en esas viviendas.
«Yo quisiera que me acompañaran cómo un compañero carga el autobús con los cauchos agarrados con alambre, tornillos, y peor, ese compañero ya perdió la visión en un ojo y en el otro tiene 50% de visión». Celis se preguntó dónde está la política de rescate de la que habla el Gobierno nacional.