Las dos compañías que lideran la carrera en materia de viajes turísticos al espacio, Virgin Galactic y Blue Origin, aseguran que están a solo meses de realizar el primero, aunque ninguna ha dado una fecha específica.
Virgin Galactic, fundada por el multimillonario Richard Branson y Blue Origin del creador de Amazon, Jeff Bezos, compiten utilizando tecnologías totalmente diferentes, para terminar sus pruebas y convertirse en la primera compañía en ofrecer este servicio.
Ni los pasajeros de Virgin ni los de Blue orbitarán la Tierra y su experiencia con la ingravidez durará solo unos minutos. Aseguran que se trata de una experiencia muy diferente a la que tuvieron los primeros turistas espaciales. La Estación Espacial Internacional (EEI) abrió sus puertas a los turistas en 2001, cuando el estadounidense Denis Tito se convirtió en el primer neófito en pisar la plataforma, mientras la estadounidense de origen iraní Anousha Ansari fue la primera mujer turista en visitar la estación (2006).
Nada barato
Luego de pagar por un boleto con un costo de 250.000 dólares en Virgin y entre los 200.000 y los 300.000 dólares en Blue Origin, estos nuevos turistas espaciales se adentrarán decenas de kilómetros en la atmósfera antes de regresar a la Tierra. A manera de referencia, la EEI está en órbita a unos 400 km de nuestro planeta.
En el caso de Virgin Galactic, ya se conoce que son seis pasajeros y dos pilotos la capacidad de la nave VSS, que tiene la apariencia de un jet privado.
Blue Origin trabaja con una tecnología que se parece más al cohete tradicional: el New Shepard. Desde el despegue hasta el aterrizaje el vuelo tomó unos diez minutos en la última prueba.
La meta es atravesar esa línea imaginaria donde comienza el espacio exterior, bien sea la línea Karman, a 100 km de la superficie terrestre, o la frontera que reconoce la fuerza aérea de Estados Unidos, que está a 80 km.
El viaje dura en total entre hora y media y dos horas. Durante una prueba realizada el 29 de mayo sobre el desierto de Mojave, la nave espacial alcanzó una altura de 34 kilómetros.
Unas 650 personas ya están en la lista de espera para realizar este viaje, según informó Virgin a la AFP.
Hasta ahora, en las pruebas solo se han utilizado muñecos, pero en una conferencia este miércoles, Yu Matsutomi, uno de los directivos de Blue Origin, mencionó que las primeras pruebas con seres humanos tendrán lugar al final de este año.