Una propuesta incómoda. Monseñor José Manuel Romero Barrios, Obispo electo Diócesis de El Tigre.
Las lecturas de este Domingo XIV del tiempo ordinario reflejan una realidad permanente de toda persona que procure llevar un rayo de luz a sus contemporáneos. Un profeta es aquel que es capaz de intuir la presencia de Dios en el curso de la historia personal y comunitaria.
En la historia de la humanidad hemos tenido y tendremos esos hombres y mujeres dotados de una capacidad intuitiva para proponer a los demás, caminos y acciones que permitan mejorar la condición humana.
Es verdad también que esas personas encuentran una tenaz oposición entre la gente que está cerca de ellos. Las propuestas que hacen esos profetas de todos los tiempos tocan ciertos intereses creados y por eso no gustan, ni la persona ni sus ideas.
El dicho popular «nadie es profeta en su tierra» está dirigido a que descubramos que la verdad, el progreso, la bondad, encuentran resistencia entre los más cercanos. El que quiera buscar aplauso no tome la tarea de emprender nuevos derroteros, de romper paradigmas, de salir de la rutina.
El Señor Jesús tuvo esa experiencia entre sus paisanos, quienes se burlaron de Él y con fina ironía, le echaron en cara su procedencia común y ordinaria. Encontrar a Dios Padre en la cotidianidad no es fácil; no gusta lo fantasioso y espectacular. Y resulta que en toda la dinámica de la Historia de la Salvación, Dios Padre aparece detrás de lo sencillo y suave, en los «sonidos suaves y delicados» (lease 1er. Libro de los Reyes 19,12).
A veces trasplantamos nuestras categorías a nuestra relación con el Señor Jesús, nos cuesta aceptar su pedagogía hecha de palabras sencilla y cercanas, una pedagogía que pasa por el encuentro personal con Él.
Ser discípulo misionero, discípula misionera, exige que todos los días afine su oído para escuchar y aprender. El bien no hace ruido y el ruido no hace bien. Nuestra fe cristiana no crece por proselitismo sino por el encuentros personales con aquel que nos ama hasta entregar su vida por nosotros.