Roberto Rivas, presidente del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, presentó su renuncia al cargo en medio de la crisis sociopolítica que vive el país y que se ha cobrado la vida de más de un centenar de personas.
“El Gobierno de Nicaragua, reiterando su voluntad de continuar trabajando por el fortalecimiento de la institucionalidad, confirma la renuncia del presidente del Consejo Supremo Electoral, Roberto Rivas, y está pendiente de las decisiones que conforme la ley corresponden adoptar a la Asamblea Nacional”, indicó el Ministerio de Exteriores nicaragüense en un comunicado conjunto con la OEA.
“La presente decisión del Gobierno de Nicaragua en el camino del mejoramiento del sistema electoral es apreciada por la Secretaría General de la OEA como una señal hacia la recomposición de la confianza y la armonía democrática en el país“, apuntó el escrito.
Estados Unidos sancionó a Rivas en diciembre del 2017 por actos de “corrupción significativa”, la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional le quitó sus funciones y atribuciones a través de una sorpresiva reforma electoral aprobada en febrero pasado.
La presidencia del CSE estaba en manos de Rivas, a quien dicha reforma le quitó la potestad de administrar y ejercer la representación legal y administrativa del Poder Electoral, así como de hacer nombramientos y decidir sobre el presupuesto de la institución, para otorgárselas al también sandinista y vicepresidente del Electoral, Lumberto Campbell.