Este fin de semana hubo violentos enfrentamientos en varios municipios de Nicaragua producto de las protestas en contra del gobierno de Daniel Ortega. Todo esto ocurre a escasas horas de que finalice el plazo dado por la Iglesia al Gobierno para mostrar «signos creíbles» que avalen la convocatoria de la mesa de diálogo.
En varios sitios proliferaron las barricadas para evitar los saqueos y el desplazamiento de las fuerzas gubernamentales. El opositor Frente Amplio por la Democracia denunció las «intenciones de exterminio» del Gobierno y tildó de desmedido «el odio del régimen ante un pueblo sublevado cívicamente».
Calles llenas de escombros y locales comerciales saqueados dan muestra clara del «infierno» vivido por los pobladores tan solo unas horas antes.
Como apoyo a la causa de los manifestantes, centenares de vehículos y motocicletas marcharon desde la capital Managua hacia el departamento de Masaya para mostrar su solidaridad con todos los ciudadanos que sufrieron las embestidas de la represión.