| Héctor Cordero, diputado a la Asamblea Nacional por el estado Anzoátegui.
Hoy en Pariaguán el saboteo oficialista volvió a imponerse para evitar que el gobernador Antonio Barreto Sira lleve comida para mitigar el hambre del venezolano.
El gobierno de Nicolás Maduro y de Aristóbulo Istúriz, ni lavan ni prestan la batea. Tienen pasando hambre al pueblo y no permiten, que un Gobierno serio, trabaje por el bienestar.
El programa Mercadito pa´Toitos, que lleva adelante Barreto Sira se ha visto nuevamente saboteado por colectivos violentos. En esta oportunidad fue este sábado 28 en la ciudad ubicada al sur de Anzoátegui. Así como lo hicieron en Barcelona, Anaco y en cuanta capital se pretende realizar, la estrategia es, primero desaparecen el apoyo policial y luego salen a relucir los colectivos buscando saquear los productos.
El GOBERNADOR no se dejará intimidar y seguirá llevando esa gran ayuda a los ciudadanos con los que está realmente comprometido.
La triste verdad, es que ni Maduro y menos, Istúriz, soportan la eficiencia de un Gobierno democrático que en tan sólo 6 meses ha logrado reconstruir lo que ellos destruyeron en 20 años. Se ha logrado rescatar la autoestima del personal de la salud y del magisterio, hay una fuerte lucha contra el paludismo y se está recuperando la infraestructura del Estado, mucha en situación de ruina.
La violencia y el saboteo no se impondrá. A esa violencia la enfrentaremos con más trabajo y dedicación, a pesar de todas las dificultades y restricciones presupuestarias y materiales, el compromiso de Barreto Sira es con la gente de Anzoátegui y no podrá detener su ímpetu, una trillada violencia oficial.