La embajadora de Estados Unidos ante la OEA, Nikki Haley, emitió un comunicado de prensa en el que critica las recientes amenzas del presidente Nicolás Maduro a los obispos católicos.
“A medida que las condiciones en Venezuela continúan deteriorándose, el presidente Maduro ordenó la investigación de dos obispos católicos por criticar la escasez de alimentos en el país, caracterizando a la Iglesia Católica en Venezuela como llena de maldad, veneno, odio, perversión y difamación. El régimen indicó que los obispos podrían ser culpables de crímenes de odio en virtud de una nueva ley aprobada por la fraudulenta Asamblea Constituyente por llamar a poner fin al hambre y la corrupción en sus sermones”, dijo Hailey.
Maduro insiste en que los representantes de la iglesia son culpables de “crímenes de odio” en el marco de la ley de odio aprobada por la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente. Al respecto, la embajadora estadounidense considera que “el reino de violencia, represión, corrupción y bancarrota de Maduro continúa castigando al pueblo de Venezuela. Al elegir como blanco a líderes religiosos (que promueven la paz y llenan de esperanza a los creyentes) el régimen continúa mostrando que solamente se preocupa por preservar su propio poder y no preocuparse en lo absoluto por los derechos humanos básicos y el bienestar de los ciudadanos”.
Finalmente, Haley aseguró que EE.UU. “continúa apoyando fuertemente a los venezolanos en su batalla por recuperar su democracia en la cara de un brutal dictador”.