Los cantos de trabajo del llano colombo-venezolano, una tradición que comenzó hace 400 años y que muestra cómo a través del canto, el hombre de llano y especialmente el becerrero, se comunica con las reses y vuelve más sencillas las tareas como el ordeño y el arreo, ha sido declarada en Corea del Sur como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Una delegación venezolana liderada por el presidente del Centro de la Diversidad Cultural, Benito Irady, junto a dos representantes de la tonada llanera: Vidal Colmenares y Ángel Remigio Tovar, expresó la noche de este martes los argumentos contenidos en el expediente binacional que, por un año entero, convocó la unión y el trabajo de ambas naciones.
Las voces de ambos intérpretes se escuchó durante la reunión que el Comité Intergubernamental de la Unesco celebró en la isla de Jejú, con la participación de 23 países que también aspiran recibir la misma aprobación de la referida organización.
Esta declaratoria se suma a las cinco consecutivas que ha obtenido Venezuela desde 2012: Diablos Danzantes de Corpus Christi, La Parranda de San Pedro, La Tradición Oral del Pueblo Mapoyo, el Tejido de la Curagua, y Los Carnavales del Callao.