Lea también:
Héctor Cordero: El terror en la Constituyente y la Revolución Francesa
Movilización y vigilancia. Estas son algunas de las tareas que tienen el 30 de julio, día de la Constituyente, trabajadores de Pdvsa, alcaldía, tribunales y demás dependencias públicas del sur de Anzoátegui.
- La presión se inició con la exigencia de una planilla 1×10. Los supervisores y jefes de departamento están obligados a no solo contactar, sino también movilizar 10 personas.
- Posteriormente, se impone la instalación de una Sala Situacional en cada departamento, que debe ser organizada sin contar con recursos extra para la logística.
- Y la tercera de las amenazas, es abstenerse de ir a sus puestos de trabajo el día lunes si no asisten el domingo 30 a votar.
«Si no van a votar, están despedidos», relata una fuente. «Nunca había tenido tanta presión para unas elecciones, ni siquiera para unas presidenciales».
La intención de limpiar la alcaldía de escuálidos de una vez por todas, sería uno de los argumentos del alcalde Jesús Figuera, de acuerdo a lo dicho en una reunión hecha el martes en la tarde, a la que llegó dos horas retrasado y regañando. Y Dios libre, a aquel director que grabe sus órdenes y las filtre a los opositores.
«Antes te daban algo. Ahora quitan», se queja un trabajador público ante la necesidad de costear de sus bolsillos la sala situacional y hacerse responsable de la movilización de sus empleados. El mismo trabajador recuerda aquellos tiempos en los que Hugo Chávez ofrecía casas, carros, mejoras en una escuela, y no queda nada de eso.
Sectores populares también bajo amenaza
La amenaza es la reina. «Si no votas no te doy más Clap (cajas y bolsas de comida a precios regulados). Habitantes de Casco viejo y Simón Bolívar están siendo amenazados con no recibir más este beneficio que por cierto, es esporádico.
«A mi y a mi hermana nos grabaron cuando estábamos en la consulta popular del 16 de julio. El jefe de calle dijo que ya estamos vetadas para el Clap», expresó una joven, otra víctima del chantaje. Asegura que asistió a la convocatoria de oposición porque ya no le cree nada al gobierno.