Monseñor José Manuel Romero Barrios, Obispo auxiliar de la Diócesis de Barcelona y rector de la parroquia San Juan Bautista en San Tomé.
PASAR EL UMBRAL Y SALIR AL SOL (02/04/17)
Pondré mi espíritu en ustedes y vivirán, viene a decir el YHWH al pueblo de Israel (Ezequiel37,12-14); porque la redención es copiosa, añade el salmista (sal 129); lo reitera San Pablo en la carta a los romanos 8,8-11: el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes. Y el evangelio de este V domingo de Cuaresma personifica en Jesús la idea de resurrección, cuando le dijo a la dubitativa María: Yo soy la resurrección y la vida; el que crea en mi aunque muera, vivirá para siempre (Juan 11,25)
Hoy, como ayer, el ser humano está asediado por las inquietantes cuestiones ¿Qué va a ser de todos y cada uno de nosotros?. La muerte es una realidad que no se puede eludir.
Y pensar que el final es lo que determina el principio
En el credo de nuestra fe cristiana católica rezamos “creo en la resurrección de la carne. Esta profesión de fe debe incidir de una manera determinante en nuestro camino, en la orientación que tenemos que dar a nuestra existencia, en las opciones que hemos de tomar
Los discípulos del Señor Jesús no sabemos de la otra vida mas que los demás. Hemos de acercarnos con temor y temblor al hecho oscuro e inexplicable de la muerte. Nos sostiene la promesa de Jesucristo Yo soy la resurrección y la vida.
La catequesis bautismal con los elementos del agua y de la luz de los domingos anteriores hoy se completa con la afirmación de la vida sobre la muerte: Jesucristo quiere hacernos salir de la “casa y de la aldea de la aflicción” (Betania); toda la Biblia manifiesta la acción de Dios Padre como pasión por la creatura, que culmina en la “com-pasión” de la cruz donde “padece con” nosotros nuestro mismo mal.
“Jesús derramó lágrimas” (111,35). Este es el versículo mas corto de la Biblia. Expresa, manifiesta el poder del amor. Es el llanto del Creador por el mal de la creatura que ama.
Este episodio de la resurrección de Lázaro es exclusivo de San Juan y tiene la particularidad del énfasis que hace a la relación de afecto y de amistad entre el Señor Jesús y los tres hermanos (véanse vv 3.5.11.35-38). Es una nota interesante para indicarnos que el lazo que une a los discípulos de todos los tiempos con el Salvador no es teórico ni racional, sino una verdadera relación interpersonal de amistad
Amar verdaderamente a alguien es como decirle ¡Tu no morirás!,. Todo este episodio nos revela el amor entrañable de Dios Padre por su creatura; su sed de querer remover todas las piedras de nuestra existencia para que en todos los entresijos sean iluminados por la luz bendita. Así podemos mirarnos al rostro y descubrir en el rostro del otro el rostro de una hermana, de un hermano.
Estamos en la última etapa cuaresmal. En esta semana antiguamente existía la práctica de cubrir las cruces y las imágenes. No tenía otro objetivo que hacer que nuestro corazón y nuestro pensamiento no nos desviaran del misterio de Cristo, sin que nada, ningún tipo de visión, nos apartara de él.