El diputado a la Asamblea Nacional por la Unidad, José Guerra explicó que el canje que ha planteado PDVSA a los tenedores de bonos de la estatal petrolera es inconveniente desde el punto de vista financiero, ya que implica duplicar el monto de la deuda.
Detalló que según el cronograma de vencimiento de los bonos, PDVSA debe pagar, sumado el capital y los intereses, entre agosto y noviembre de 2016, la cantidad de cuatro mil 180 millones de dólares, «cifra que no está disponible en la caja de PDVSA. Con un precio petrolero de 35 dólares por barril, es imposible seguir pagando la deuda según el cronograma de vencimientos».
El parlamentario indicó que esa deuda representa una carga muy pesada que compromete el flujo de caja de la empresa y su viabilidad financiera en momento en que el mercado está cerrado para PDVSA.
«Esa deuda fue contratada durante la administración de Rafael Ramírez bajo la modalidad de deuda emitida en dólares, pero pagadera en bolívares, lo que constituyó un soberano disparate, la deuda en moneda extranjera se emite para captar divisas, nunca bolívares que los imprime el Banco Central de Venezuela (BCV) y están disponible en el mercado financiero local».
Asimismo precisó que la información que se ha podido conocer mediante declaraciones de Eulogio Del Pino, presidente de PDVSA, es que se trataría de canjear los bonos de 2016 y 2017 por bonos a mayor plazo, cuatro años. «Esto carece de cualquier sentido porque en las condiciones actuales de Venezuela debe hacerse un refinanciamiento de toda la deuda para que la misma no se solape en lo relativo a sus vencimientos».
Guerra insistió que canjear la deuda ahora sin un nuevo programa y modelo económico va a significar pagar una tasa de interés sobre los nuevos bonos que sería por lo menos el doble de la que pagan los bonos del 2016 y 2017.