Carta a mi padre, Gustavo Hugolino Perdomo Arzola
Hoy estoy lejos de ti, no pude llegar a tiempo para darte un último adiós, pero tu padre mío sabes que mi amor por ti es infinito, los que de verdad te amamos sabíamos dónde estaba tu corazón.
Un día me dijiste que yo fui tu regalo de Dios, que soy tu niña hermosa y hoy te digo tú eres el mejor padre que Dios me pudo mandar.
Eres mi bendición y como dice la canción: yo soy tu sangre mi viejo, soy tu silencio y tu tiempo.
Que descanse tu alma en paz y nuestro amor permanecerá vivo por los siglos de los siglos. Amén
María Fernanda Perdomo