Durante la celebración de las primeras vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, una ceremonia solemne realizada en la basílica de San Pedro y en la que se entonó el “Te Deum” de acción de gracias por el año pasado, el Sumo Pontífice hizo este jueves 31 de diciembre, un balance del año 2015 y pidió mantener en la memoria tanto los “muchos días marcados por la violencia” como los “grandes gestos de bondad” que, a su juicio, “no deben ser ensombrecidos por la prepotencia del mal”.
En el último día del año, el argentino Jorge Mario Bergoglio pasó revista a las guerras, los actos de violencia, los atentados terroristas y los esfuerzos de los refugiados en todo el mundo por encontrar lugares menos inhóspitos para vivir. Frente a un panorama predominantemente desesperanzador como el que dejó el 2015, el papa aseguró, con firmeza: “El bien siempre vence, aunque en algunos momentos pueda parecer más débil y oculto”, dijo en Roma, ciudad a la que también dedicó unas palabras.
Este año, la capital italiana se vio marcada por varios escándalos, entre ellos la dimisión del alcalde, y señaló que es necesario el compromiso para “recuperar los valores centrales de la honradez y la solidaridad”. Durante la ceremonia religiosa se cantó, como todos los fines de año, el “Te Deum”, con el que se agradece el periodo que termina. Tras la misa, el papa argentino se dispuso a visitar el pesebre de la plaza de San Pedro.
ERC ( dpa / EFE )